Nuevo curso

(Imagen: E&J)

Hace unas semanas, cuando el verano aún era adolescente, veíamos en el telediario especializado, informativojuridico.com, como su redacción felicitaba a un ministro por haberse reunido con un numeroso grupo de abogados, para conocer su opinión, antes de instar ciertas reformas legislativas que debían afectar al mercado bancario. Hace unos años, el aplaudido encuentro no hubiera sido noticia en un medio de tanto alcance en el sector jurídico como el citado. Porque hace unos años, era habitual que los gobernantes antes de iniciar acciones legislativas, pulsaran la opinión de la abogacía sobre las mismas. Lo hacían porque eran conscientes, de que los abogados, conocen como nadie el resultado real de la aplicación de la ley a los casos concretos, y ese conocimiento les otorga una cualificada capacitación para prever el resultado de la aplicación de una nueva norma.

La crisis que nos atenaza, no se puede resolver solo a partir de las decisiones de los gobernantes, sino que muy al contrario, el auténtico camino de su solución lo debe trazar la sociedad, y quien concreta y hace posible que sus decisiones sean realidad, casi siempre son los abogados, que lo hacen desde la soledad de sus grandes o pequeños despachos, desde la confianza de sus clientes, desde su responsabilidad profesional.

También en el trazado del camino de la solución a la crisis, los abogados estamos llamados a desempeñar un papel importante. Como de niños, nos guste o no, hemos de participar en el nuevo curso, antes escolar, ahora profesional, pero siempre lleno de novedades. Suerte.

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