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Crónica de una derrota anunciada: el Congreso dice “no” al proyecto de ley de reducción de jornada laboral de Yolanda Díaz

En un debate bronco con cruce de acusaciones, la Cámara Baja asume las enmiendas planteadas por PP, Junts, VOX y UPN

La vicepresidenta Yolanda Díaz no ha podido impedir que el Congreso tumbase su proyecto de reducción de jornada laboral. (Imagen: Congreso de los Diputados)

Luisja Sánchez

Periodista jurídico




Tiempo de lectura: 7 min

Publicado




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Crónica de una derrota anunciada: el Congreso dice “no” al proyecto de ley de reducción de jornada laboral de Yolanda Díaz

En un debate bronco con cruce de acusaciones, la Cámara Baja asume las enmiendas planteadas por PP, Junts, VOX y UPN

La vicepresidenta Yolanda Díaz no ha podido impedir que el Congreso tumbase su proyecto de reducción de jornada laboral. (Imagen: Congreso de los Diputados)

Tal y como se preveía, y venía anticipando Economist & Jurist en anteriores reportajes, el Congreso de los Diputados rechazaba este miércoles que el proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales siga su tramitación parlamentaria al prosperar las enmiendas a la totalidad con los votos de PP, Vox, Junts y UPN.

La votación final de 178 votos a favor y 170 en contra, señala que el proyecto no ha superado el debate a la totalidad y ha quedado rechazada la ley.



Durante el debate en el Pleno, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha encarado en el Congreso con Junts por su rechazo al proyecto para reducir la jornada laboral y ha asegurado que la formación catalana ya no representa al independentismo, sino al sector “reaccionario” de la patronal española y a “los que se están forrando”.



Por su parte, la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, ha replicado a Yolanda Díaz en un turno aparte para decir que la ministra “no hace otra cosa más que mentir” y que con sus políticas está mandando a España “al traste”. “Las personas que suben la persiana cada día y han estado escuchándola a usted hoy, no deben dar crédito de su ignorancia”, señaló Nogueras.

Esta derrota parlamentaria supone tumbar por el momento la reducción de la jornada laboral a las 37 horas y media, que el Gobierno planteaba para finales de este año, así como a otras medidas que incluía la norma, como el refuerzo del registro horario, el aumento de las sanciones ante abusos y fraude, y cierta concreción para el derecho a la desconexión digital. “Esta votación no sale gratis. La gente les va a recordar”, afirmó la ministra de Trabajo a PP, Junts y Vox.

Miriam Nogueras, de Junts, ha sido crítica al defender su enmienda a la totalidad sobre la reducción de jornada. (Imagen: Congreso de los Diputados)

Los sindicatos siguen en la lucha

De forma paralela a este debate, cientos de personas convocadas por Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) se concentraban este miércoles frente al Congreso para exigir la tramitación del proyecto de ley de reducción de jornada.

Ataviados con pañuelos palestinos, los líderes de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, se han dirigido a los manifestantes desde un escenario para decirles que “hoy no se acaba nada” y que, aunque se vete la norma que reduce la jornada a 37,5 horas semanales, se trata de un debate insoslayable que va a perseguir a los diputados que este miércoles van a votar en contra de su tramitación.

Para Álvarez, aprobar esta medida interpela “a todas las fuerzas políticas”, a las que ha vuelto a acusar de hurtar a la ciudadanía de este debate al tumbar la norma antes de que se inicie su tramitación. “Los diputados y las diputadas tienen que saber que les vamos a perseguir democráticamente”, ha insistido.

“Saben perfectamente que se puede reducir el tiempo de trabajo, que no se arruina ninguna empresa, que el país funciona mejor como ha venido funcionando en los últimos años, subiendo los salarios, el salario mínimo interprofesional (SMI) y mejorando las condiciones de trabajo”, ha resaltado.

Por último, Álvarez ha recordado que “hoy no se acaba nada” porque los sindicatos no van a dar “ni un paso atrás”. Así, ha exigido al Gobierno que presente de nuevo el proyecto de ley, “las veces que sean necesarias” porque “la lucha continúa”.

Fuera en el Congreso, los sindicatos Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras se han movilizado. “Seguiremos luchando hasta el final”, advierte el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. (Imagen: UGT)

Los empresarios piden abrir diálogo social

Desde la patronal CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), en la línea de discreción informativa que han mantenido en estos dos años de negociación de esta reducción de jornada laboral, señalaban en un escueto comunicado de prensa que “CEOE y CEPYME —Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa— quieren agradecer a los grupos parlamentarios el rechazo del proyecto de ley de reducción de jornada, que es plenamente coherente con la ausencia de resultados en el diálogo social”.

A juicio de estas patronales, “con esta decisión se evita un grave impacto negativo sobre la economía, el empleo y también sobre los consumidores”.

Estas organizaciones indican que “el debate sobre la jornada laboral debería regresar al espacio que le corresponde: el diálogo social y la negociación colectiva sectorial. Ese es el marco en el que empresas y trabajadores deben abordar cualquier elemento esencial de las condiciones laborales, lejos del ruido mediático”.

“CEOE y CEPYME hemos advertido de que una reducción de jornada impuesta, sin tener en cuenta la realidad de empresas, pymes y autónomos, generaría problemas organizativos, menor productividad, más costes, una menor calidad de los servicios y un menor atractivo para la inversión, todo ello en un contexto de difícil cobertura de vacantes. Esto habría afectado al crecimiento económico, la creación de empleo y la oferta para los consumidores”, comentan.

Para los empresarios “defender la reducción de jornada, como cualquier mejora en las condiciones de los trabajadores, debe hacerse mediante la negociación colectiva, equilibrando las necesidades de empresas y trabajadores. Ese ha sido siempre el camino del progreso y la paz social en España durante más de 40 años”.

“Lo contrario, permitir que un ministerio legisle sobre una materia ya acordada en la negociación colectiva, debilita los mecanismos esenciales de diálogo social y, con ellos, nuestra convivencia”, indican.

Por su parte, José María Torres, presidente de CONPYME, explicaba a E&J que “después de que el Congreso de los Diputados haya dejado caer esta propuesta de reducción de jornada, valoramos positivamente la paralización de la iniciativa que ya habíamos calificado de inviable en los términos que estaba planteada y sin consensos a todos los niveles”.

Desde su punto de vista “esto pone de manifiesto la necesidad de que cualquier debate sobre el tiempo de trabajo debe hacerse desde los máximos consensos políticos y sociales, y desde la negociación colectiva. Hay que recordar que las pymes constituyen la columna vertebral del tejido productivo español y que deben ser actores imprescindibles de cualquier cambio que afecte a la organización del tiempo de trabajo”.

José María Torres cree que las pymes tienen otros problemas graves sin resolver como la sobrerregulación normativa, la baja productividad y el absentismo. (Imagen: CONPYMES)

Análisis de los expertos

Carlos de la Torre, socio de laboral de Andersen, hace una primera valoración a Economist & Jurist de esta medida. “Los convenios colectivos con más de 1.712 horas se mantendrán vigentes y, por tanto, no se modificará la jornada anual legal que permanecerá así. Esta reforma legal iba a beneficiar a 12,5 millones de trabajadores que ahora verán como no se reduce ni su jornada anual, ni semanal sin reducción de salarios”.

Sobre cómo va a afectar este revés del Gobierno en lo que queda de legislatura, este experto indica que “habrá que esperar acontecimientos. En principio, podría ser probable que se abra de nuevo la mesa de diálogo social y se intente planificar algún tipo de reforma, ya no por ley, sino a través de los convenios colectivos del sector. Lo que ya anunció el Gobierno es que se aprobará un reglamento nuevo para regular el registro horario, que será digital para que la Inspección de Trabajo acceda en tiempo real al mismo”.

De la Torre advierte que “lo que no será posible a través de dicho reglamento es incrementar las sanciones, como se quería, y que fuera por cada trabajador no a nivel de empresa. Eso hace que se mantenga el texto del artículo 7.5 de la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS) sin cambios”. Este experto considera que “habría que modificar la LISOS, pero eso hay que hacerlo a través de otra norma que se aprobase para revisar el contenido de esta disposición normativa”.

En cuanto a la mesa de dialogo social, De la Torre cree que “habrá que ver si se pueden volver a retomar las negociaciones en la mesa del diálogo social. Sabemos que hay muchas mesas sectoriales que estaban bloqueadas, con cierta parálisis a la espera de la decisión del Congreso. Habrá que ver por tanto como se reajustan dichos contenidos que se estaban negociando. Los frenos a la aprobación de la norma eran claros, más costes; se hablaba de un 6,5 más por hora trabajada, que iba generar un problema económico y organizativo en las empresas”.

Carlos de la Torre augura que no será sencillo retomar la mesa del diálogo social. “Habrá que ver cómo van las negociaciones de los convenios sectoriales que estaban suspendidos esperando esta votación del Congreso». (Imagen: Andersen)

En cuanto a las horas extras, “permanecen como hasta ahora. El exceso de la jornada diaria que podría ser ampliada a 9 horas sería calificada por la Inspección de Trabajo y los tribunales como hora extras y, en todo caso, los excesos de aquellos convenios que tienen jornada anual por encima de las 1.826 horas serían calificados como horas extraordinarias. Sigue la posibilidad de compensar horas extras realizadas por tiempos de descanso dentro del margen de cuatro meses después de su realización, con lo cual esas horas extras quedarían borradas y se mantiene el límite anual de horas extras, que es un máximo de 80 horas extras por trabajador”.

En su opinión es posible que se incremente la actividad de la Inspección en materia de registro horario y de horas extras “con objeto también de asegurar que no se enmascaran esas horas extras en otros conceptos retributivos y especialmente que las horas extras realizadas sí se abonan con tiempos de descanso y, en el caso de que se abonen con el incremento salarial que viene en los convenios colectivos también se coticen. Los sindicatos han reclamado en el Comité Europeo de Derechos sociales que se incremente el precio de la hora extra en nuestro país, habrá que ver el recorrido de dicha reclamación”.

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