Cómo proyectar educación en la mesa aunque no la hayas recibido de niño
Normas de etiqueta en la mesa que refuerzan tu profesionalismo y proyectan respeto
(Imagen: E&J)
Cómo proyectar educación en la mesa aunque no la hayas recibido de niño
Normas de etiqueta en la mesa que refuerzan tu profesionalismo y proyectan respeto
(Imagen: E&J)
La educación no se improvisa: es un hábito que se adquiere con los años y, sobre todo, con la práctica. Quien no la ha recibido en la infancia puede aprenderla más tarde, pero requiere esfuerzo consciente. Esto es especialmente relevante en entornos profesionales donde la etiqueta en la mesa puede abrir o cerrar oportunidades, como sucede en el ámbito jurídico. Abogados, procuradores, graduados sociales y otros operadores del derecho suelen participar en comidas o cenas de compromiso donde el saber estar es casi tan importante como la conversación.
No se trata de medir el valor de una persona por su educación, sino de entender que ciertos gestos y normas básicas son fundamentales para transmitir respeto y profesionalidad. A continuación, algunas pautas para desenvolverse con soltura en cualquier mesa formal, incluso si la formación en modales ha llegado tarde:
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Esperar al anfitrión antes de sentarse. Si la mesa no está completa, levantarse para saludar a los comensales que lleguen.
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Servilleta sobre las piernas, nunca sobre la mesa. Al finalizar, dejarla sin doblar sobre el mantel.
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Limpiar los labios antes de beber, evitando manchas en copas y vasos.
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No examinar la servilleta tras usarla; devolverla a las piernas con rapidez.
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Evitar gesticular con cubiertos en la mano.
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Colocar los cubiertos sobre el plato, no sobre la mesa, durante la comida.
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Señalizar el final del plato dejando los cubiertos paralelos o en forma de “X” sobre el plato.
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Mirar a todos los comensales al hablar y no concentrar la atención solo en uno.
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No interrumpir elevando la voz.
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No quitarse la chaqueta salvo que lo haga el anfitrión.
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Comer con la boca cerrada y sin hacer ruido.
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Tratar el pan con delicadeza: separar un trozo con la mano, usar el tenedor para untar salsa y colocarlo en el platito auxiliar o, en su defecto, sobre el mantel. Nunca morder directamente.
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Manos alejadas de la boca al masticar, salvo acompañadas de la servilleta.
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Comer al mismo ritmo que los demás y no iniciar hasta que todos estén servidos.
Estas 14 recomendaciones cubren los errores más frecuentes y permiten proyectar una imagen de cortesía y profesionalidad en cualquier comida de compromiso. La educación en la mesa es, en definitiva, una herramienta estratégica: demuestra respeto, consideración y control de uno mismo, cualidades que hablan tanto como nuestras palabras en entornos laborales.
Actuar con educación no es solo una formalidad: es una inversión en relaciones profesionales y personales, y un reflejo de respeto hacia quienes nos rodean.




