Cómo revisar un escrito jurídico al revés para detectar fallos invisibles
Releer un documento desde el final hacia el inicio evita que la mente complete lo que cree recordar y permite una revisión más objetiva, una técnica tomada de entornos académicos de alta exigencia
(Imagen: E&J)
Cómo revisar un escrito jurídico al revés para detectar fallos invisibles
Releer un documento desde el final hacia el inicio evita que la mente complete lo que cree recordar y permite una revisión más objetiva, una técnica tomada de entornos académicos de alta exigencia
(Imagen: E&J)
En los despachos, la revisión de escritos jurídicos suele abordarse siempre de la misma forma: de principio a fin, siguiendo el orden natural del texto. Sin embargo, este método tiene un problema evidente aunque pocas veces reconocido: la mente tiende a rellenar huecos y completar lo que ya sabe que quiso decir. El resultado es que errores de lógica, repeticiones, frases mal conectadas o referencias cruzadas defectuosas se vuelven invisibles. De ahí que algunos bufetes estén incorporando una técnica que, aunque minoritaria, se utiliza desde hace años en la redacción académica: la revisión “al revés”, es decir, leer el documento desde la última frase hasta la primera. Esta inversión del orden obliga a la mente a enfrentarse al texto sin autopiloto y permite detectar fallos que, de otra manera, pasarían inadvertidos incluso para abogados experimentados.
La esencia de la técnica es sencilla: cuando lees un escrito desde el principio, conoces la estructura, recuerdas lo que escribiste y anticipas lo que viene a continuación. Esa familiaridad es lo que provoca que el cerebro rellene de forma automática las lagunas, suavice incoherencias y pase por alto erratas. Al revisar de abajo hacia arriba, se rompe toda esa previsibilidad. Cada frase se convierte en un elemento aislado que debe sostenerse por sí mismo. La lectura ralentiza, pero esa lentitud es precisamente la que permite un análisis más fino. En lugar de sentir que “todo suena bien”, el abogado se obliga a examinar cada oración como si fuera nueva, preguntándose si es gramaticalmente clara, si transmite exactamente la idea deseada o si podría formularse con mayor precisión.
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