Los abogacía es la profesión con mayor tendencia a padecer estrés, depresión y problemas de alcoholismo.
Los abogacía es la profesión con mayor tendencia a padecer estrés, depresión y problemas de alcoholismo.
Robo en un establecimiento, uno de los muchos que asolan los alrededores de Valencia. (IMAGEN: Policía Nacional)
Según la organización Law-Care en el Reino Unido, el 30 % de los abogados cometen excesos con la bebida, duplicando la media nacional. En Estados Unidos, la ABA (Asociación de Abogados de EEUU), manifiesta que el 16 % de los abogados tiene problemas con el alcohol, por encima del 10 % de la población en general. Podríamos generalizar diciendo que el abogado que empieza a ejercer padece de problemas de agotamiento mental, motivado por el alto nivel de exigencia requerido por sus superiores, mientras que el abogado con más de 20 años de profesión es el tiene más tendencia a padecer problemas con el alcohol, depresión y estrés a causa del funcionamiento interno de los propios bufetes, que se organizan principalmente sobre la base de facturación por horas.
El abogado es un profesional de carácter perfeccionista y depresivo. La mayoría de abogados tiene una personalidad obsesiva: lo único que importa es cobrar una cantidad suficiente de honorarios, los cuales están fijados precisamente por el número de horas que pueden cobrar a los clientes. En el Reino Unido, el objetivo medio anual es de 1600 horas , mientras en EEUU puede alcanzar las 2400. Si pensamos que, descontadas las vacaciones y fines de semana, un abogado trabaja unos 220-230 días al año, ello supone que se le está exigiendo que «facture´´ cada día entre 7 y 10 horas. Teniendo en cuenta que no todo el tiempo que se está en el despacho trabajando puede facturarse al cliente, no es díficil pensar que la jornada laboral de un abogado puede alcanzar las 14 o incluso 16 horas diarias. Todos los estudiosos coinciden en que la tiranía del control de horas es el principal motivo de los problemas físicos y psíquicos mencionados, de modo que los cuadros depresivos en el colectivo de abogados es cuatro veces mayor que en otras profesiones.