La economía digital ya es el 26% del PIB y ahora reclama un entorno normativo menos complejo que le ayude a crecer
El papel de la IA, tanto en el entorno público como en el privado, debe ser un elemento que ayude a innovar y crear otros negocios digitales según Adigital

Susana Voces, presidenta de Adigital y Rafael Rilo, presidente de Boston Consulting Group (BCG), en Iberia presentando estudio de España Digital. (Imagen: ADIGITAL)
La economía digital ya es el 26% del PIB y ahora reclama un entorno normativo menos complejo que le ayude a crecer
El papel de la IA, tanto en el entorno público como en el privado, debe ser un elemento que ayude a innovar y crear otros negocios digitales según Adigital

Susana Voces, presidenta de Adigital y Rafael Rilo, presidente de Boston Consulting Group (BCG), en Iberia presentando estudio de España Digital. (Imagen: ADIGITAL)
La Asociación Española de Economía Digital (Adigital) y Boston Consulting Group (BCG) han presentado este jueves la quinta edición del informe Economía Digital en España, que analiza la evolución de la digitalización en 2024.
El informe hace hincapié en dos ejes clave: la IA pública como parte estratégica de la infraestructura digital del país, y la IA responsable como motor de transformación para el tejido empresarial, especialmente en las pymes y señala que la aportación de esa economía digital es del 26% del PIB. El objetivo es llegar al 40% en el 2030. Los expertos reclaman un entorno normativo más flexible para que ecosistema empresarial digital pueda seguir creciendo.
Según el estudio, presentado por Susana Voces, presidenta de la entidad con el apoyo de Rafael Rilo, presidente del Boston Consulting Group, la economía digitalizada —que engloba todas las actividades económicas basadas en bienes y servicios digitales— alcanzó en 2024 un 26% del PIB español.
Esta cifra representa un incremento de 1,8 puntos porcentuales respecto al año anterior (24,2%) y un crecimiento acumulado de más de 7 puntos desde 2019 (18,7%), cuando comenzó esta serie de informes. En términos absolutos, el impacto económico alcanzó 414.000 millones de euros, con un crecimiento del 17% interanual, muy por encima del crecimiento del PIB nominal (6,3%).
Como en ediciones anteriores, el informe descompone este dato del 26% en tres componentes: el impacto directo generado por sectores digitalizados, que corresponde a un 12,9% del PIB; el impacto indirecto, 12,3%, que representa al efecto arrastre sobre proveedores y cadenas de suministro, y el impacto inducido, entendido como el incremento del consumo derivado de trabajadores con mayor renta en sectores digitalizados, que en 2024 fue del 0,8%.
“El avance de la economía digital en España no solo confirma una tendencia sostenida, sino que demuestra que la digitalización es un motor estructural de crecimiento”, afirma el presidente de Boston Consulting Group (BCG) en Iberia.
La presentación del informe ha contado con la participación de la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, María González, que ha destacado “que la economía digital represente ya el 26% del PIB es un indicador muy relevante del avance estructural que está viviendo España en su transformación digital, pues se consolida como un país referente en digitalización e innovación dentro del contexto europeo”.

César Tello, director general de Adigital, y María González, secretaria de Estado de Digitalización e IA, hablando de la economía digital española. (Imagen: ADIGITAL)
Además, ha indicado que “esta cifra demuestra que estamos ante un cambio profundo y sostenido que está impactando de manera transversal en todos los sectores económicos y sociales. Y lo más importante: no es fruto de la casualidad. Se trata del resultado de una estrategia clara, sostenida y bien financiada, impulsada de forma decidida por el Gobierno de España”.
Regulación más flexible
En este contexto, los ponentes reflexionaron que lo digital ya aparece de forma clara en la agenda pública española como en la propia UE. Desde esta asociación se reclama más coordinación con los poderes públicos para impulsar estos negocios digitales que ya son un elemento clave de nuestro PIB en los últimos cinco años.
También consideran que nuestro país debe reforzar su papel de liderazgo en la UE, en general y en Bruselas en particular, donde Adigital tiene oficina abierta, ahora liderada por Raquel Jorge, antes vinculada como investigadora al Real Instituto Elcano.
Sobre la Ley de Startups, también conocida como Ley 28/2022 de fomento del ecosistema de empresas emergentes, entró en vigor el 23 de diciembre de 2022. Publicada en el BOE el 22 de diciembre de 2022, esta ley busca impulsar el emprendimiento y la inversión en el sector de las startups en España.
Desde Adigital creen que se queda corta al aplicarse solo a los primeros cinco años de una empresa tecnológica, cuando el ciclo de una startup es diferente de una empresa convencional. Esta entidad planteó el año pasado al Gobierno una propuesta al Gobierno llamada ‘Plan de Escabilidad’ para ampliar la vigencia de la ley a otras empresas que estén en crecimiento en nuestro país.
Por otro lado, César Tello, director general de Adigital, con el que este medio habló recientemente, subrayaba que “las empresas necesitan marcos adaptados a su realidad para beneficiarse del potencial de la inteligencia artificial. Desde Adigital apostamos por una IA útil, usable y responsable, apoyada en estrategia, cultura de datos y talento. Solo así podremos lograr una adopción progresiva y sostenible que permita al tejo empresarial crecer con confianza e impacto real en su entorno”.
Desde su punto de vista, “conforme avanzamos en esta serie anual de informes, una cosa queda clara: la digitalización se ha convertido en una palanca de transformación para la economía española. El dato del 26% que hemos presentado refleja una tendencia sólida, fruto del esfuerzo sostenido, tanto del sector público como del sector privado”.
En su opinión, “alcanzar el objetivo marcado del 40 % del PIB digitalizado en 2030 no solo es posible, es clave para una economía más competitiva y sostenible”.
“Para a acompañar este proceso necesitamos marcos normativos claros, ágiles y adaptados a la realidad digital. La simplificación regulatoria es esencial para fomentar la innovación, reducir barreras y acelerar la adopción tecnológica, especialmente en las pymes”, destaca a Economist & Jurist el director general de esta patronal, Adigital.
La IA pública: nueva infraestructura estratégica
El informe destaca el papel emergente de la inteligencia artificial pública como infraestructura digital, con el potencial de impulsar servicios eficientes y universales, democratizar el acceso a tecnologías avanzadas y contribuir a la autonomía estratégica.

María González resalta que España en su transformación digital se consolida como un país referente en digitalización e innovación dentro del contexto europeo. (Imagen: ADIGITAL)
España parte de una base sólida, con una infraestructura digital avanzada: 143 centros de datos, 94% de hogares con redes de alta velocidad, y un 83% de uso de administración electrónica, según datos del Informe sobre el estado de la Década Digital.
Para consolidar la IA pública, el estudio propone una hoja de ruta que incluye la necesidad de apostar por una financiación sostenida y respaldo político; colaboraciones público-privadas y asociaciones transfronterizas; impulsar estrategias técnicas para la viabilidad, desarrollar la participación comunitaria e innovación abierta y políticas alineadas para impulsar su desarrollo y adopción.
El informe también pone el foco en la IA responsable como motor de competitividad en el tejido empresarial, con especial énfasis en las pymes, donde la adopción aún es limitada.
En este contexto, se destaca el Marco de IA de IAméricas, impulsado por Adigital y BID Lab, brazo de innovación y emprendimiento del Banco Interamericano de Desarrollo, como referencia para una integración ética y efectiva de la IA en pequeñas empresas y startups.
Además, se proponen seis recomendaciones para impulsar una adopción efectiva de la IA en el entorno empresarial: en primer lugar se trata de poder definir una estrategia clara, una cultura ágil y basada en datos; inversión en talento y tecnología; la necesidad de optimizar el uso de datos e infraestructura tecnológica; la implementación responsable y sostenible de la IA, así como impulsar labores de supervisión evaluación y colaboración para testar que estas herramientas de IA están haciendo el trabajo de forma eficaz y responsable.
