Antonio Machado, la IA y el Derecho de Autor
Una de las manifestaciones más groseras de la inteligencia artificial Generativa es la creación de composiciones supuestamente poéticas a través de los algoritmos

(Imagen: E&J)
Antonio Machado, la IA y el Derecho de Autor
Una de las manifestaciones más groseras de la inteligencia artificial Generativa es la creación de composiciones supuestamente poéticas a través de los algoritmos

(Imagen: E&J)
“A distinguir me paro las voces de los ecos”. Siempre he pensado que estos versos de Antonio Machado son como un mantra o kit de supervivencia para deambular por las procelosas aguas de las redes sociales y de la Sociedad de la Información.
Han pasado 150 años del nacimiento del poeta (26 julio 1875) y más de 100 desde la publicación del poema (Retrato en Campos de Castilla, 1912). Pero nada ha cambiado: muchos somos sólo “ecos” en un entorno donde muy pocas son las “voces”. Y no son esos versos los únicos que atestiguan el valor actual de la obra de Machado a los ojos de la propiedad intelectual.
La poesía ‘popular’, ¿patrimonio del pueblo?
Aunque la obra de Antonio Machado se encuentra en dominio público desde 2019 por el transcurso de 80 años desde su muerte (22 de febrero de 1939), siempre ha habido cierta impresión general de que una parte nada desdeñable de su poesía habría pasado a formar parte del cancionero popular español, aquel que se nutre del «anonimato» y que nos pertenecía «a todos».
Este fenómeno había sido alimentado en vida por su hermano Manuel Machado, con aquellos otros versos que resultan tan desconcertantes para cualquier aficionado al Derecho de Autor:
«Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
(…)
Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.»
El propio Antonio Machado, en boca de su apócrifo Juan de Mairena, había fantaseado con esa idea, al escribir: «Si vais para poetas, ciudad vuestra folklore. Porque la verdadera poesía la hace el pueblo. Entendámonos: la hace alguien que no sabemos quién es o que, en último término, podemos ignorar quién sea, sin el menor detrimento de la poesía.»
Y es que no son pocas las coplas de Antonio Machado, no sin la ayuda de Joan Manuel Serrat, que han devenido patrimonio del pueblo (pertenecen a todos por no pertenecer a nadie) antes que dominio público (pertenecen a su autor, aunque ciertos derechos pueden ser explotados por cualquiera). Esos «caminos sobre la mar» del poeta sevillano con el «todo pasa y todo queda», permanecerán en la memoria colectiva aunque el nombre de su autor se diluya con el tiempo.

(Imagen: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)
Antonio Machado anticipa la inteligencia artificial
Una de las manifestaciones más groseras de la inteligencia artificial Generativa es la creación de composiciones supuestamente poéticas a través de los algoritmos. No entremos en juicios de valor, basta con señalar que Antonio Machado ya había fantaseado con esa posibilidad 100 años antes.
En el diálogo del profesor Juan de Mairena con Jorge Meneses, recogido por Abel Martín, su otro heterónimo, el poeta se refiere a cierto “aristón poético o máquina de trovar”. Se trata de un “artificio” que es capaz de componer y recitar “para asombro y aplauso de la concurrencia” un “soneto, madrigal, jácara o letrilla”. Y añade: “La canción que el aparato produce la reconocen por suya todos cuantos la escuchan, aunque ninguno, en verdad, hubiera sido capaz de componerla. Es la canción del grupo humano, ante la cual el aparato funciona.”
Machado describe técnicamente el aparato con minuciosidad y alude a algunas características cuyas reminiscencias con la inteligencia artificial son más que obvias. A saber:
- La máquina funciona “al socaire del entorno o grupo humano en que se encuentra”, de manera que “registra la emoción dominante y la traduce en cuatro versos esenciales que son su equivalente lírico” (los datos que la IA captura y almacena de la red para dar respuestas);
- El resultado difiere según cual sea el entorno ante el que se encuentra el aparato, porque no es lo mismo “una asamblea política, de militares, de usureros, de profesores, de sportmen” o “de hombres, mujeres, borrachos o aficionados al cante hondo” (claro, la eficacia de la IA depende de la calidad de los datos de que se alimenta, de ahí el interés de las plataformas en acceder libremente a todo el conocimiento humano);
- Su mecanismo “es muy complicado y, sin auxilio gráfico, muy difícil de explicar”. Y agrega: “Además, es mi secreto” (¿no se basa la protección de los algoritmos y de los intrincados procesos operativos de la IA en el secreto empresarial?);
- Su manejo, en cambio, “es más sencillo que el de una máquina de escribir” (cualquier niño puede hacer uso de un chat GTP);
- En su funcionamiento interviene un “manipulador”, que es quien hace funcionar el aparato eligiendo los vocablos más afines y “procediendo por tanteos, con colaboración de su público” (¿no casa bien el término manipulador con los productores del software o a las plataformas que explotan la IA?)
Eso sí, Machado puntualiza que el artefacto “no pretende sustituir ni suplantar al poeta” y que lo que nunca da es la canción “individual”. Y es que la poesía nace de una experiencia íntima del autor, no de un proceso automatizado de selección de palabras. Pensemos, sin ir más lejos, en los terribles versos de Machado después de perder a Leonor en su más temprana juventud: “Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería… … Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía”. O ese primer cuarteto de un soneto donde el autor parece estar pensando en Guiomar, su amor prohibido:
«Huye del triste amor, amor pacato,
sin peligro, sin venda ni aventura,
que espera del amor prenda segura,
porque en amor locura es lo sensato.»

(Imagen: E&J)
Un triste “crowdfunding” póstumo
Es sabido que Antonio Machado fue en vida un perpetuo peregrino por las tierras de España: Sevilla, Soria, Baeza, Segovia, Roquefort, Barcelona. No es raro que en ese viajar incesante se le escapasen al poeta a veces versos tan lastimeros como estos:
“Por estos campos de la tierra mía, bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo, triste, cansado, pensativo y viejo”.
Sus últimos andares le llevaron tristemente al exilio de Colliure, donde encontraría la muerte al correr de los «días azules» y evocando «el sol de la infancia», según su postrer testimonio escrito hallado en el bolsillo de su americana.
Hiere saber que su sepultura en el pueblo de Colliure pudo ser financiada (al modo de un crowdfunding de la época) gracias a la campaña de un periodista francés bajo el reclamo ‘Un grand poète attend son tombeau’. El conmovedor mediometraje Antonio Machado los días azules así lo recuerda.
El autor de Soledades, que a diferencia de Don Ramón del Valle Inclán, no había recurrido en vida a la fórmula de la suscripción para publicar sus obras (un antecedente de la edición actual por crowdfunding) experimentaría esta modalidad de financiación de la obra después de muerto y para un fin muy distinto.
De vuelta a las redes sociales
Pero regresemos al principio y tratemos de imaginar cómo un poeta nacido en el siglo XIX se enfrentaría en nuestros días al fenómeno de las redes sociales y de Internet. Antonio Machado también tiene respuesta para ello:
“Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.”
Esta máxima de Juan de Mairena ¿no es un buen colofón para recordar a Machado en estos tiempos de sobrexposición de vanidades y de glorias efímeras? Para Machado, en cambio, parafraseando sus propios versos en este aniversario, “el hoy es siempre todavía”.

(Imagen: E&J)
Bibliografía
- Antonio Machado, Campos de Castilla, Renacimiento, 1912.
- Antonio Machado, Nuevas canciones, Mundo Latino, 1924.
- Manuel Machado, Cante hondo, Mundo Latino, 1923.
- Antonio Machado, Juan de Mairena,Espasa-Calpe, 1936.
- Antonio Machado, Abel Martín. Cancionero apócrifo Juan de Mairena,Losada, 1943.
- Antonio Machado. Los días azules,Documental dirigido por Laura Hojman, 2020.
- Alfonso Guerra, Los Machado. Retrato de familia, discurso pronunciado en la Real Academia Española el 29 de abril de 2025.
