La importancia crítica del marco jurídico en la financiación de startups españolas
Una adecuada planificación y profesionalización en cada etapa puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso
(Imagen: E&J)
La importancia crítica del marco jurídico en la financiación de startups españolas
Una adecuada planificación y profesionalización en cada etapa puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso
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Los emprendedores españoles viven un momento de especial intensidad. La creciente atención de los inversores y la atracción de fondos exigen, al mismo tiempo, la definición de una estructura societaria clara en las startups, unos pactos entre socios adecuados y una eficaz protección de la propiedad intelectual.
La implicación de los profesionales del Derecho con experiencia en el entorno emprendedor de nuestro país es un aspecto imprescindible para que siga aumentando tanto la oferta de capital como la confianza y la seguridad de los agentes inversores.
El ecosistema emprendedor está viviendo unos tiempos de consolidación en nuestro país. Cifras como los 10 millones de euros a invertir durante los próximos dos años en startups por Juan Roig, presidente de Mercadona, son una buena muestra de que España ha adquirido madurez en un campo en el que el capital riesgo demanda una sólida estructura jurídica para las empresas emergentes.
Una cantidad que, sin duda, supone un interesante dato a destacar junto a los 40 millones destinados en los 10 años de actividad en el sector emprendedor español por Angels, la firma de Roig dirigida a financiar proyectos y empresas emergentes.
Y es en ese momento en el que las startups crecen y atraen unas inversiones significativas cuando, de la misma forma, aumenta la complejidad jurídica en la que se hace imprescindible una estructura societaria clara, una definición de pactos de socios adecuados y una eficaz protección de la propiedad intelectual.

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Tipologías de rondas de inversión
Cada iniciativa empresarial es única, pero todas pasan por diferentes tipos de rondas de financiación, procesos mediante los que estas startups obtienen los recursos económicos necesarios para desarrollar su producto, servicio o actividad.
En función de la etapa en la que se encuentre la nueva empresa y el destino del capital, encontraremos:
- Rondas pre-semilla (pre-seed)
Corresponden al momento en el que el emprendedor da forma a su idea, pero aún no tiene definido un plan de negocio para llevarla a cabo. Las principales fuentes de financiación provienen de los propios emprendedores y de sus familias, amigos y todo tipo de inversores cercanos al núcleo de la startup que apoyan el proyecto (la conocida triple F: Family, Friends and Fools). Estas rondas sirven para lanzar una startup que todavía cuenta con baja tracción en el marco según sus métricas de progreso.
- Rondas semilla (seed)
A ellas acceden las empresas que se encuentran en las primeras fases de desarrollo del proyecto y que han sido capaces de encajar el product-market-fit o, lo que es lo mismo, el ajuste de un producto en el mercado, el grado de satisfacción de las necesidades del cliente y su evaluación en términos de rentabilidad. Las vías de financiación en este caso siguen siendo familia, amigos e inversores cercanos, pero se suman business angels (inversores particulares que invierten su dinero en compañías emergentes a cambio de una participación en el capital de la compañía), plataformas de equity crowdfunding (financiación colectiva o mecenazgo) y aceleradoras de startups (organismos que impulsan un rápido desarrollo y crecimiento de la empresa). Las rondas de financiación en esta etapa sirven para comenzar a lanzar el producto al mercado.
- Rondas serie A
Accesibles cuando aparecen los primeros clientes en el mercado y las primeras métricas de resultados. Business angels y fondos de venture capital (capital riesgo) especializados en startups son los principales inversores en esta etapa. Estas rondas sirven para financiar el desarrollo del producto, aumentar equipo y potenciar el crecimiento para comenzar a generar ingresos.
- Rondas serie B
Se llega a ellas cuando la empresa ya comienza a ser rentable y empieza a consolidar su crecimiento. La financiación en esta fase proviene de business angels y fondos de venture capital (capital riesgo) especializados en startups y sirven para poder impulsar el valor de la empresa y la escala del negocio (multiplicar los ingresos).
- Rondas serie C
Corresponde a la fase de maduración de una empresa, cuando la startup ya está consolidada. Las fuentes de financiación provienen de venture capital, hedge funds (fondos de inversión que intentan maximizar la rentabilidad sea cual sea la tendencia del mercado) o bancos. Estas rondas sirven para la creación de nuevos productos, adquisiciones o la salida a bolsa.

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Con el objetivo de prevenir futuros conflictos y generar una mayor demanda por parte de los inversores, es necesario definir los pactos entre socios para regular las relaciones internas. Son, en definitiva, acuerdos entre los fundadores que incluyen también a los inversores para alinear expectativas, proteger la propiedad del MVP, regular entradas y salidas y fijar reglas de gobierno. En España, su eficacia es contractual (arts. 1255 y 1091 CC) y son oponibles a la sociedad en caso de que también suscriba el pacto; si además están adaptados los estatutos, también vinculan a terceros (art. 29 LSC, entre otros).
Algunas cláusulas clave en un pacto de socios incluyen:
- Cláusula de permanencia del founder: consiste en la obligación impuesta al socio fundador de permanecer en la startup un tiempo mínimo a contar desde la entrada de los inversores, ejerciendo determinadas funciones. El fin de esta cláusula es asegurar que los fundadores, que han creado la compañía y conocen al detalle el proyecto y al equipo, se queden el tiempo suficiente para seguir creciendo y asentar el negocio.
- Cláusula de no competencia: se trata de la prohibición al socio fundador y al key personnel -cargos estratégicos- de dedicarse a la misma actividad durante un tiempo, una vez haya salido de la startup. Aunque es una cláusula típica del pacto de socios, y es fácil reconocer que se incluye para proteger el negocio, es importante prestar atención a su contenido concreto.
- Cláusula de exclusividad: exige dedicación exclusiva al fundador y al key personnel, protegiendo la concentración de talento y energía en la startup.
- Cláusula de protección de la propiedad intelectual: todas las creaciones desarrolladas en el marco del proyecto (software, nombres, diseños) deben quedar bajo el paraguas de la empresa.
Además del pacto de socios, existen otros mecanismos legales que protegen a los fundadores y la startup:
- Vesting: se trata de un mecanismo que condiciona la adquisición de derechos de un socio a un periodo de tiempo determinado o al cumplimiento de objetivos específicos, asegurando así el compromiso de los socios fundadores o personas clave en una startup. Este mecanismo actúa como una medida de protección para mitigar el impacto en la estructura de capital y la empresa en general, especialmente ante la salida de un socio importante, evitando situaciones de dead equity.
- Derechos de arrastre y acompañamiento: protegen a los inversores en caso de venta de la empresa, permitiéndoles vender sus participaciones en las mismas condiciones que los principales accionistas.

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Conclusión
En el dinámico ecosistema emprendedor español es esencial una estructura jurídica sólida para garantizar el crecimiento y éxito de las startups. Las rondas de financiación, adecuadamente gestionadas, junto con un pacto de socios bien elaborado son herramientas fundamentales que no solo protegen a los fundadores, sino que también generan confianza en los inversores. Es imperativo que las startups cuenten con asesoramiento legal especializado para navegar por los complejos desafíos jurídicos que enfrentan en su camino hacia la consolidación y expansión.
Desde nuestra experiencia, los principales elementos problemáticos a los que se enfrentan los founders es la coordinación de los tiempos e hitos del proyecto, la estructura de financiación e inversión y la relación entre los socios y el personal principal.
Los recursos iniciales son muy limitados y es necesario contar con un MVP (producto mínimo viable) que, con mayor o menor desarrollo, haga que el proyecto en su conjunto pueda ser fructífero.
En la fase pre seed, sin perjuicio de tener que contar con una lógica cobertura legal, lo más importante es centrar los esfuerzos en el desarrollo del producto. Una vez que el servicio o producto se encuentre en fase más avanzada y se prevea una próxima salida al mercado, es cuando se recomienda el refuerzo de los pactos de socios, la definición de los roles del equipo y la creación de la estrategia a corto y medio plazo para conseguir un equilibrio entre protección jurídica y orientación hacia el negocio.
Este es el momento en el que, en la mayoría de las situaciones, los inversores con mayor potencia económica buscan la entrada al proyecto, por lo que los derechos de preferencia en las primeras y las futuras rondas de financiación (como los derechos de tag-along y drag-along), las incorporaciones o las salidas estratégicas y el resto de consideraciones sobre el proyecto deben quedar totalmente definidas.
Una adecuada planificación y profesionalización en estas etapas puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso, ya que establece un marco contractual claro que facilita la atracción de capital, la gestión de las expectativas de los inversores y el papel de los founders y personal principal.




