Connect with us
Artículos

¿Son los bufetes un retiro dorado para los políticos?

Representantes de todos los partidos terminan trabajando en grandes despachos

Albert Rivera (Foto: Martínez-Echevarría)

Tiempo de lectura: 4 min

Publicado




Artículos

¿Son los bufetes un retiro dorado para los políticos?

Representantes de todos los partidos terminan trabajando en grandes despachos

Albert Rivera (Foto: Martínez-Echevarría)



El bufete Martínez-Echevarría anunciaba a bombo y platillo hace dos años el fichaje de Albert Rivera, exdirigente de Ciudadanos, como presidente ejecutivo de la firma. Al poco tiempo, Rivera se llevó con él al que fuera su mano derecha en la formación naranja, José Manuel Villegas. La semana pasada, los dos rutilantes fichajes del bufete salían por la puerta de atrás después de un duro cruce de reproches.

Una de las cuestiones que más ha llamado la atención de este caso es que el propio despacho, en un comunicado interno, llegó a reconocer que “sabíamos de su completa inexperiencia en nuestro sector”. Los responsables de la firma, sin embargo, tenían muy claro que, a falta de experiencia, Rivera podía aportar agenda y contactos.



Rivera no ha sido el primer político que va al equipo de un despacho de abogados ni va a ser el último. Al contrario de lo que suele ocurrir cuando un expolítico termina en la alta dirección o, lo que es más habitual, en el Consejo de Administración de una empresa, enseguida se pone en duda la limpieza de esta contratación, se especula con las razones oscuras que han llevado a esta contratación y se saca a colación la expresión “puertas giratorias”. Sin embargo, cuando el político termina en un despacho, y aún cuando ha podido haber alguna crítica, la percepción por parte de la opinión pública no es tan mala.

Soraya Sáenz de Santamaría. (Foto: Cuatrecasas)



Una lista extensa

La nómina de políticos que en los últimos años han dejado la política para pasarse al mundo de la abogacía es extensa. Entre los fichajes más sonados se encuentra el de algunos ministros. En el paso de la política a la práctica de la abogacía ha habido en los últimos años dos casos que han levantado especial interés; el de Soraya Sáenz de Santamaría, y el de su compañera de Gobierno y de partido María Dolores de Cospedal.



Sáenz de Santamaría, que es miembro del Consejo de Estado, entró como socia de Cuatrecasas cuando abandonó la política. Desde entonces, se ha afianzado dentro del bufete en estos últimos tres años como experta en compliance y Gobierno Corporativo y es una de las socias con más influencia. Por lo que respecta a De Cospedal, fue contratada como socia en el bufete CMS Albiñana & Suárez de Lezo, tras un intento fallido de entrar en la firma anglosajona Hogan Lovells. En junio del año pasado se dio de baja temporal en ese puesto ante su implicación en una de las piezas del caso Villarejo.

No todos los casos de políticos que pasan a trabajar en despachos son iguales. Hay ocasiones en las que su grado de implicación es menor que el del socio. Este es el caso del exministro de Justicia Rafael Catalá, que en 2019 fichó por Herbert Smith como miembro de su consejo asesor. En ese mismo consejo se encuentra Josep Piqué. Dentro de los políticos que trabajan para despachos en calidad de asesores está el expresidente del Gobierno José María Aznar, que formó parte del consejo asesor de DLA Piper a nivel mundial y posteriormente ocupó un cargo similar en Latham & Watkins, uno de los bufetes más grandes del mundo.

Alberto Ruiz Gallardón abrió su propio despacho. (Foto: Google)

Despacho propio

Hay otras ocasiones en las que los expolíticos abren su propio despacho, como José María Michavila o Ángel Acebes, al frente de MAAbogados; o de Alberto Ruiz-Gallardón, que preside el bufete que lleva por nombre su apellido.

Hay una opinión muy extendida según la cual los bufetes pueden terminar siendo un retiro dorado para quienes dejan la alta política, pero eso no es siempre así. Desde Velasco Abogados explican que “mientras que al asesor solo se le requerirá que actúe como facilitador o abridor de puertas, a un socio se le va a exigir que facture y genere negocio”. Este despacho pone como ejemplo la comunicación que hizo CMS al anunciar el fichaje de De Cospedal, al remarcar que la exdirigente había tenido que presentar un “completo plan de acción” (una suerte de plan de negocio) sin el cual no habría sido seleccionada. “Es cierto que a quien no trae consigo una cartera de clientes suele dársele un tiempo de adaptación, pero, a partir del segundo año, lo habitual es que se le pida que aporte; una parte importante de su retribución dependerá de ello. Ser socio no es un retiro dorado”, sentencian desde este despacho.

Hay algunos de estos políticos que, además de las relaciones que hayan tenido durante su etapa política, aportan, como es el caso de Sáenz de Santamaría o De Cospedal, un valor añadido: son del cuerpo de Abogados del Estado, un grupo de juristas de élite muy valorado por las firmas por su elevada capacidad técnica y su profundo conocimiento de la Administración y los organismos públicos.

De acuerdo con la base de datos elaborada por la Fundación Civio a partir de los informes semestrales de la Oficina de Conflictos de Intereses desde 2014 a 2021, el sector de la abogacía y las firmas de consultoría son el destino más habitual para políticos. Para ser exactos, al menos 115 políticos y piezas importantes de nuestras instituciones han escogido este camino en su retorno al mundo laboral en esos ocho años. Eso sí, el 18,26% de los profesionales que abandonan su puesto público optan por iniciar su carrera como abogado o asesor como autónomos.

Click para comentar
0 Comentarios
Inline Feedbacks
View all comments

Última hora jurídica



Recibe nuestra newsletter de forma gratuita