Las encerronas que hacen los jefes para invitar a dimitir a los empleados son perfectamente válidas y no tienen repercusiones perjudiciales para las empresas. Una sentencia de la Sala Social del Tribunal Supremo (Rº 3.460/2010, de 24 de junio), adoptada en Sala General, confirma que el empresario tiene margen suficiente para presionar al trabajador e […]