La candidatura de Cristina Vallejo gana por escaso margen las elecciones del ICAB a Joan Ramón Ramos y será nueva decana

Poco después de la una de la madrugada de este viernes, Cristina Vallejo Ros, abogada especialista en Derecho Civil, se convertía en la tercera mujer decana en la historia del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), tras las votaciones celebradas este jueves por la noche en la entidad colegial. Antes la precedieron las abogadas Maria Eugènia Gay y Sílvia Giménez-Salinas en dicho puesto. Las tres juristas posaron ante los fotógrafos esta noche.

Una de las primeras felicitaciones que ha recibido Vallejo por su victoria en estas elecciones del ICAB ha sido la del decano Eugenio Ribón, quien desde su cuenta en X mandaba un mensaje de felicitación poco antes de concluir el escrutinio final. Ribón, colegiado también en el ICAB, ejercía ayer su derecho a voto en la entidad colegial catalana.

La nueva decana superó por algo más de 300 votos (3.446 frente a los 3.102) al fiscalista Joan Ramón Ramos, en unas elecciones de las más reñidas que se recuerdan en los últimos años. Vanessa González obtuvo 631 votos; Joan Maria Xiol, 78, y Josep M. Paños, 41. Uno de los datos que más llama la atención ha sido la baja participación: solo el 15,36 % de un total de 24.100 abogados (censo total) votaron en el ICAB, frente al 23,07 % en las elecciones que ganó Maria Eugènia Gay en 2021 y al 19,83 % en 2017.

La nueva Junta de Gobierno, que tomará posesión a primeros del mes de julio, estará formada por otros quince integrantes de su candidatura, ya que su lista fue la más votada de todas las presentadas. Jorge Navarro, abogado penalista, será el nuevo vicedecano. Junto a él, Carles García ocupará el cargo de secretario, y los nuevos diputados serán: Cristina Capuz, Ramón Casanova, Natalia Centella, Quim Clavaguera, Cristina Crespo, Cristina Díaz-Malnero, Marta Doménech, Octavio Gracia, Natalia Martí, Lluís Rodríguez, Alexander Salvador, Vanessa Sánchez y Carmen Sánchez.

Su primera medida —tal y como nos comentó Cristina Vallejo hace un par de días al ganar estas elecciones en esta entrevista — va a ser: «llamar a las instituciones con las que tendremos que trabajar en los próximos cuatro años —Conselleria de Justicia, presidencia del Tribunal Superior de Justicia, Escuela Judicial—, con las que tendremos una relación estrecha en este nuevo escenario. Eso hará que trabajemos para dignificar el turno de oficio, lograr un amparo colegial con contenido y frenar las disfunciones que provocan señalamientos a dos años vista».

La idea que subyace en la nueva decana es lograr más arraigo de los colegiados con el ICAB, lo que se ha demostrado en la baja participación de estos comicios. «Al final se trata de dignificar nuestra profesión y mejorar nuestra función social como colectivo. Somos clave para mantener la seguridad jurídica», comentaba hace unos días.

En su programa destacan 15 ejes estratégicos y 100 medidas a aplicar, que ahora tienen el compromiso de liderar en el ICAB. Entre ellas sobresalen: volver a abordar con el Departamento de Justicia de la Generalitat la remuneración del sobresaturado turno de oficio; que las cuotas que pagan los colegiados se intercambien por «formación continuada»; una reforma del modelo formativo del colegio; avances notables en inteligencia artificial (IA), o un programa social bajo el título «12 congresos, 12 causas», que busca vincular los congresos formativos con causas sociales concretas.

En cuanto al problema general de unas pensiones justas que reclama la abogacía en bloque desde hace dos años, Vallejo adelantó a este medio: «Al final, de lo que se trata es de que el abogado sepa, con transparencia, por qué tiene toda la información para seguir en la Mutualidad o pasarse al RETA, como muchos que lo desean para mejorar sus pensiones. El Colegio debe dar toda la información para que el colegiado tome la mejor decisión para sus intereses. Al final, se trata de conseguir mejores pensiones que las que ahora ya se cobran».

El gran objetivo que se plantea la nueva Junta de Gobierno ya lo dijo hace unos días Jorge Navarro, en la presentación de esta candidatura: posicionar al ICAB como un interlocutor que resuelva los problemas de sus colegiados y cree lobby. «Somos una institución que puede ser la punta de lanza de las reivindicaciones de la abogacía e incluso de la sociedad. En épocas de crisis de garantías, de valores o derechos, es importante que la abogacía esté allí», apuntó.