Hay que legislar para evitar abusos e injusticias
"Pasantes o becarios"
(Imagen: E&J)
Hay que legislar para evitar abusos e injusticias
"Pasantes o becarios"
(Imagen: E&J)
Hace unos días compartía mantel con un grupo de abogados y un par de exministros de Justicia. Uno de los comensales más veteranos hacía la siguiente reflexión en torno a los becarios actuales.
Hace décadas los abogados aprendían a ejercer en las pasantías en los despachos. Los pasantes ayudaban al abogado y aprendían de él en largas jornadas, en las que además de aprender a aplicar el Derecho a la vida real, también es cierto que hacían gestiones más mundanas, como llevar sobres u otras actividades más propias del secretariado que de la abogacía. Pero aprendían Derecho y conocían el mundo que rodea el ejercicio de la abogacía sin complejos, y aprendiendo a respetar a todos los que intervienen en el mismo.
Concluía diciendo: y todo esto lo aprendían sin pagar, y muchos, además, luego, gracias a la pasantía, conseguían trabajo o la formación y seguridad suficiente para abrir su propia firma. Ahora los que tienen posibles han de hacer un buen máster y pagar por conseguir prácticas que les abran el mercado legal, lo que antes era la pasantía.
La universidad pública, que en España siempre ha sido un ejemplo de calidad, cada día va perdiendo influencia, en cierta medida por estar cada vez más aislada del mercado del mundo real. Solo así se puede entender que la universidad privada cada año, le arrebate estudiantes a pesar de su coste. La regulación normativa de las prácticas aplicable a estudiantes de Derecho de la universidad pública y privada provoca un efecto disuasorio para el receptor de estudiantes en prácticas.
Esto sucede porque el legislador, influido por el actual poder político, legisla casi sin quererlo, presumiendo que el receptor del novel lo recibe no tanto para enseñar, sino que para explotarlo sin pagar. Sin duda ese legislador no sabe lo costoso y hasta en ocasiones peligroso que es enseñar a ejercer de abogado. Esto solo lo pueden entender los que son abogados, los que han sufrido por los efectos de la impericia de un becario por darle prematuramente cierta autonomía, la que, por otro lado, le permite aprender realmente.
El 4 de noviembre último, el Consejo de Ministros aprobó el Anteproyecto de Ley que crea el Estatuto de las personas en formación práctica no laboral, conocido popularmente como Estatuto del Becario. Si lo analizan entenderán lo dicho sobre la presunción del legislador.
Hay que legislar para evitar abusos e injusticias, pero no presumiendo que la maldad es la conducta común y no la excepción.




