Connect with us
Reportajes

Francisco Damián Vázquez, abogado: “El colapso de la Sanidad dispara las negligencias médicas. El 70% se producen en verano”

Es fundamental contar con un abogado especializado en Derecho sanitario para gestionar la reclamación y ver si es viable o no

A Francisco Damián Vázquez le llaman el azote del SAS (Servicio Andaluz del Salud), un abogado referente en negligencias médicas. (Imagen: cesión propia)

Luisja Sánchez

Periodista jurídico




Tiempo de lectura: 7 min

Publicado




Reportajes

Francisco Damián Vázquez, abogado: “El colapso de la Sanidad dispara las negligencias médicas. El 70% se producen en verano”

Es fundamental contar con un abogado especializado en Derecho sanitario para gestionar la reclamación y ver si es viable o no

A Francisco Damián Vázquez le llaman el azote del SAS (Servicio Andaluz del Salud), un abogado referente en negligencias médicas. (Imagen: cesión propia)

La época de verano concentra un elevado número de reclamaciones por presuntas negligencias médicas. El aumento de desplazamientos y de población por el turismo, la presión asistencial, la menor disponibilidad de recursos, las vacaciones del personal sanitario que no son cubiertas debidamente y la delegación de funciones, el cierre de centros médicos y la falta de camas, y la alta incidencia de patologías propias del verano generan escenarios que propician actuaciones contrarias a la lex artis ad hoc, contribuyendo a la proliferación de errores y omisiones que afectan gravemente la salud de los pacientes.

Economist & Jurist ha conversado con Francisco Damián Vázquez, socio titular del despacho Vázquez Abogados, firma especializada en Derecho sanitario. Este es uno de los profesionales referentes en nuestro país en materia de reclamación por negligencias médicas, con una trayectoria de más de 35 años en sus espaldas. Vázquez revela cuáles son las negligencias médicas más reclamadas en verano, el marco normativo aplicable, los criterios jurisprudenciales más relevantes y las recomendaciones para reclamar en caso de negligencia médica.



Según diversos estudios, hasta el 70% de las reclamaciones por mala praxis médica tienen lugar en los meses vacacionales (junio a septiembre).  Muchas de ellas se podrían evitar, el problema es la sobrecarga de sistema sanitario, sobrecarga que sigue creciendo, lo que genera que ese número de negligencias crezca de forma considerable. “Faltan personal y medios, los propios médicos están bastante quemados de vivir ese tipo de situación”, señala Francisco Damián Vázquez.



“Cuando son reclamaciones patrimoniales, el procedimiento es lento, el expediente administrativo se dilata entre dos y cuatro años para la tramitación del expediente, cuando debería ser seis meses. A eso hay que añadir la vía contenciosa que supone un año y medio o dos en los tribunales, con recurso de apelación otros dos años”, comenta.

Más del 70% de las negligencias tienen que ver en verano, según los datos que se manejan. (Imagen: E&J)

Este jurista explica que en España la responsabilidad sanitaria distingue entre: responsabilidad patrimonial pública (Ley 40/2015), con hospitales, centros médicos y personal sanitario dependiente de las administraciones públicas, ya sea Ingesa o servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas; y responsabilidad civil privada (contractual o extracontractual, según artículo 1101 y 1902 del Código Civil), y de las aseguradoras sanitarias, con posibilidad de ejercitar acción directa, durante los actos médicos y asistencia prestadas por hospitales, clínicas y médicos privados, así como la responsabilidad penal, en casos graves por imprudencia o fallecimiento, con interposición de la correspondiente denuncia.

“Afrontar una negligencia supone para esa persona y su familia un cambio radical en su vida. Es duro que por un mal diagnóstico puedas enterarte que por un cáncer no detectado a tiempo, pueden quedarte tres meses de vida. En asuntos de hipoxia y paraplejia las indemnizaciones son millonarias, aunque la batalla judicial es larga, a veces también en la vía penal”, señala este jurista.

Desde su punto de vista, “la conservación rigurosa de la historia clínica (Ley 41/2002) son decisivos en la defensa o reclamación, por lo que siempre recomendamos a las victimas de posibles negligencias medicas que soliciten su historial médico completo al que tienen derecho”.

Los asuntos mejor indemnizados tienen que ver con la hipoxia, embarazos peligrosos con daño cerebral para el bebe, por no haber hecho una cesárea urgente y eso supone entre dos y tres millones de euros, e incluso más con intereses hay sentencias que han llegado a los 11 millones de euros. En este tipo de casos se suele llegar al Supremo.

Francisco Damián Vázquez cree necesario actuar rápido en caso de negligencia para evitar que el asunto prescriba. (Imagen: cesión propia)

Claves jurídicas y estrategias en reclamaciones por negligencia

En su opinión, “es vital contar con la historia clínica exhaustiva, imprescindible para demostrar una actuación contraría a lex artis. Revisar si consta el consentimiento informado específico, que debe ser realizado por escrito, con los riesgos y complicaciones, especialmente en intervenciones de riesgo o medicina estética”.

Al mismo tiempo hay que demostrar ese nexo causal y pérdida de oportunidad: una pericial médica sólida es vital para demostrar dicha mala praxis.

Hay que darse cuenta que las vías de reclamación y prescripción: públicas (patrimonial, 1 año), privadas (contractuales y extracontractuales y aseguradoras medicas, de 1 a 5 años), y penal en casos graves.

Para la cuantificación del daño: aplicación análoga del Baremo de Tráfico (Ley 35/2015) para fallecimientos, perjuicios personales, secuelas, lucro cesante y daño moral.

Vázquez recuerda que “una reciente sentencia del TS, establece que se puede utilizar el ultimo baremo al ser más completo y eficaz. Los reclamantes pueden exigir la aplicación del baremo de la Ley 35/2015 como referencia para fijar las cuantías, incluso cuando los hechos se hayan producido bajo una normativa anterior, según establece el Tribunal Supremo en su sentencia de Pleno dictada el 17 de junio de 2025”.

Desde su punto de vista “la jurisprudencia actual refuerza la protección del paciente ante situaciones que, por previsibles, pueden y deben ser evitadas. El correcto asesoramiento y la reclamación fundada permiten, no sólo la indemnización del daño sufrido, sino también la mejora de la calidad asistencial y la minimización de riesgos en el futuro”.

Con la entrada en vigor de la Ley 1/2025 han llegado los MASC como requisito de procedibilidad a las negligencias médicas. Para Francisco Damián Vázquez “nos perjudica este paso previo, se acude a la negociación directa con la otra parte o alguna aseguradora de administración sanitaria dice que no seria procedente, aunque al final es negociación directa. Al final es un mes de espera, desde dicha negociación o hay algún hospital que quiere que le planteamos una oferta motivada para abrir una negociación”.

Para este jurista “lo mejor es acudir a un acuerdo con la aseguradora del centro hospitalario, si realmente te ofrecen poco dinero, entonces no queda más remedio que ir a la vía judicial. Además, con estos acuerdos se soluciona el conflicto antes y nos evitamos el riesgo de pleito judicial donde estás a expensas de los criterios del juez sobre ese tema”.

En definitiva, el verano supone un caldo de cultivo importante para la proliferación de reclamaciones por negligencias médicas, por el aumento de población, sobrecarga asistencias y falta de personal sanitario no cubierto en vacaciones, recomendando que se contrate un abogado especializado en derecho sanitario, que analizara la viabilidad de dicha reclamación y podrá interponerla debidamente ayudando al paciente o sus familiares, que en ocasiones viven verdaderos dramas.

La necesidad de acudir a un MASC, como paso previo a la demanda judicial, ralentiza en muchos casos que se resuelva este asunto. (Imagen: E&J)

Negligencias en verano

Damián Vázquez, letrado especialista en reclamaciones sanitarias, cita las negligencias más reclamadas en verano:

  • Retrasos en listas de espera: “Durante el verano, muchos centros hospitalarios acumulan demoras en cirugías y pruebas diagnósticas. Esto puede agravar el pronóstico de enfermedades que requieren tratamiento urgente, y genera reclamaciones por daños a la salud derivados del retraso. A veces se hacinan pacientes en urgencias o en los pasillos de los hospitales esperando ser ingresados”, resalta.
  • Errores de diagnóstico: “La sustitución por personal menos experimentado y la falta de comunicación interna favorecen diagnósticos tardíos o incorrectos, en patologías como apendicitis, infecciones, patologías cardíacas como infartos, ictus, torsión testicular, fracturas no detectadas, siendo la especialidad de Traumatología una de las más reclamadas. Omisión de medios con ahorro de costes, con falta de pruebas diagnósticas esenciales y necesarias”, indica.

El despacho Vázquez Abogados igualmente ha notado un aumento de reclamaciones por demora en diagnostico de cáncer, con las terribles consecuencias que ello ocasiona: metástasis, estadio IV, progresión de la enfermedad, donde el factor tiempo es fundamental y fallecimientos. Se han dictado sentencias con Indemnizaciones millonaria por diagnóstico tardío y mala praxis en intervención durante verano, que derivó en paraplejia sobrevenida.

  • Ginecología, partos y errores en reproducción asistida: “Otra cuestión que indica este jurista es que “en verano se ha documentado un incremento de errores en asistencia a partos, con consecuencias muy graves para la madre o el menor, incluso con casos de fallecimiento o hipoxias. También errores en intervenciones de reproducción asistida, como intercambio de muestras biológicas y fallos en procedimientos de inseminación”.
  • Falta de consentimiento informado: “La presión asistencial hace que muchas intervenciones se realicen sin explicar debidamente el procedimiento, sus riesgos y alternativas. Esto supone un incumplimiento grave del deber de información y genera múltiples reclamaciones por vulneración de la autonomía del paciente, con derecho a indemnización por ello”.
  • Mala praxis en cirugía: “En los meses estivales se multiplica la realización de procedimientos por equipos bajo mínimos, lo que contribuye a errores quirúrgicos y complicaciones. “Destacan reclamaciones por lesiones iatrogénicas accidentales, perforaciones, infecciones y secuelas permanentes tras la intervención. Errores en recuentos de material quirúrgico y olvido de gasas en el cuerpo del paciente”, resalta.
  • Errores en la prescripción o administración de medicamentos: “Es habitual que, por sobrecarga, se produzcan errores en la medicación: administración incorrecta, sobremedicacion, alergias e interacciones no previstas”.
  • Altas médicas prematuras: para este experto, “la necesidad de liberar camas implica que los pacientes sean dados de alta antes de lo adecuado, lo que puede provocar recaídas, nuevas urgencias o agravamiento del cuadro clínico. Se han dado casos de altas domiciliarias en Urgencias, y al llegar a su domicilio el paciente fallece, o sufre un ictus o un ataque el corazón”.
  • Infecciones hospitalarias: también este letrado es consciente que “el relajamiento de medidas y la menor supervisión de protocolos, la falta de asepsia y limpieza, propician un aumento de las infecciones nosocomiales, especialmente en verano”.
  • Errores en atención en urgencias y UCI: la falta de cobertura adecuada genera reclamaciones, especialmente en servicios de urgencias y unidades de cuidados intensivos, donde la adecuada actuación resulta vital.
  • Falta de seguimiento postoperatorio: por último, este jurista señala que “la ausencia temporal de profesionales de referencia impide una correcta supervisión tras la intervención o seguimiento del tratamiento, lo que genera secuelas no tratadas y agrava el daño al paciente. Esto igualmente afecta a pacientes psiquiátricos con necesidades especiales”.

Como colofón, Francisco Damián Vázquez indica que en verano son habituales los golpes de calor e insolación infravalorados; anafilaxia y reacciones alérgicas mal gestionadas; intoxicaciones alimentarias no valoradas adecuadamente; quemaduras solares y por tratamientos con láser y complicaciones en medicina estética, con numerosas reclamaciones, ya que se aprovecha el verano y vacaciones para retoques estéticos.

Vázquez destaca que “en la memoria del año 2024, de la Asociación del Defensor del Paciente, de la que soy colaborador jurídicos, se contabilizaron 14.088 de posibles negligencias o mala atención sanitaria y 798 fallecimientos, con un promedio de 38 casos diarios”. Los casos más reclamados fueron: partos mal gestionados (108 bebés con discapacidad o fallecimientos), cirugía plástica, reparadora y estética con resultados insatisfactorios (351 casos), fallecimientos por retrasos en ambulancias (25 muertes), infecciones hospitalarias mortales (32 casos) y altas precipitadas con secuelas (287 reclamaciones).

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

  • tiktok

Copyright © 2025 , powered by Economist & Jurist.