Ôven Fuencarral: un viaje por Italia en pleno corazón de Madrid
Una propuesta donde la técnica artesanal, la selección de productos y la creatividad se encuentran en cada bocado
(Imagen: Oven)
Ôven Fuencarral: un viaje por Italia en pleno corazón de Madrid
Una propuesta donde la técnica artesanal, la selección de productos y la creatividad se encuentran en cada bocado
(Imagen: Oven)
Ubicado entre el bullicio de la calle que le da nombre, este restaurante impone su carácter como uno de los espacios más singulares de Grupo Con Fuego. Aquí, el pulso cosmopolita de Fuencarral se mezcla con la esencia mediterránea de la marca, creando un escenario urbano donde la cocina italiana se vive de manera distinta.
La ambientación destaca por un espacio diáfano y amplio muy bien distribuido. A un lado un expositor de vinos; al otro, unas grandes cristaleras abren el salón hacia la calle y llenan el local de luz natural durante el día. El mes de noviembre, además, el restaurante incorpora una propuesta llamada a transformar las noches del centro madrileño: sus cenas con violín en vivo, disponibles todos los jueves. Bajo una iluminación tenue y rodeados de velas, los comensales disfrutan de una velada amenizada por Daniel Icasto, violinista capaz de modular el tempo según avanza la noche, desde melodías delicadas para acompañar la cena hasta ritmos más dinámicos pensados para las copas.

(Imagen: Oven)
Gracias al prestigioso chef Fabio Morisi, asesor gastronómico de Ôven, podemos disfrutar de una cocina italiana auténtica que combina tradición y un toque contemporáneo. Formador para profesionales del sector hotelero, Morisi ha diseñado una carta basada en productos frescos y de calidad —desde mozzarellas de búfala DOP Campana hasta burratas artesanales—, con elaboraciones cuidadas que respetan la esencia mediterránea. La masa de las pizzas, ligera y aromática tras una fermentación prolongada, aporta un sello propio inconfundible, mientras la carta se renueva cada temporada incorporando novedades que mantienen viva la experiencia, como dos menús especiales para las fiestas navideñas.
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La mejor forma de comprobar la propuesta culinaria es probando sus platos. La carta, amplia y bien organizada, facilita la elección. En el apartado de antipasti sobresale su trío de Focaccine —Piamontesa, Mediterránea y Tartufata—, masas ligeras con combinaciones aromáticas muy bien pensadas. Se suman opciones clásicas como el Pan de ajo, crujiente y sabroso, o la Parmigiana de melanzane, una berenjena al horno acompañada de Parmigiano Reggiano y salsa de tomate casera. Para un inicio más tradicional, La Tavola reúne embutidos y quesos italianos en una propuesta representativa de la despensa del país.

(Imagen: Oven)
En Ôven, la mozzarella y la burrata no son meros acompañantes, sino protagonistas de cada plato, como recuerda el nombre del restaurante, Mozzarella Bar. La Mozzarella Caprese, con su estructura vertical de capas de búfala DOP Campana y tomate, coronada con pesto genovés especiado, demuestra cómo un queso de calidad superior marca la diferencia: la DOP introduce untuosidad, frescura y un punto lácteo intenso que otros restaurantes difícilmente igualan. Las Burratas completan la experiencia como la Oven, con mézclum de lechugas, tomate soleado, aceitunas negras, nueces y pesto; la Ibérica, con jamón ibérico y pan de cristal o la Tartufo, sobre una base de tomate rallado, rúcula y pasta de trufa.
Las pastas reflejan un cuidado respeto por la tradición italiana y la técnica artesanal. Entre las propuestas más destacadas se encuentra el regreso de la Pasta a la rueda, disponible en exclusiva en este local: los tagliatelle se mezclan directamente dentro de una rueda de Pecorino Romano, adquiriendo una salsa cremosa y llena de sabor, rematada con trufa negra que potencia su aroma. Los Paccheri Cacio e Pepe, como nueva incorporación, rinden homenaje a su nombre: el queso Pecorino y la pimienta negra marcan cada bocado. Al dente, con un toque crujiente, se combinan con guanciale y ajo negro, ofreciendo un perfil gustativo ligeramente picante. Por último, los Ravioli de Rabo de Toro presentan un relleno jugoso y tierno, combinado con una salsa de boletus de carácter intenso y un fondo profundo, mientras la mantequilla al romero aporta delicadeza y complejidad. El plato se corona con finas lascas de parmesano.

(Imagen: Alberto Sanz Blanco)
En este viaje no podía faltar una mención a las pizzas. Una de las combinaciones más logradas es la de Trufa, guanciale y huevo poché construida sobre una base de salsa de boletus con un abundante mézclum de setas cocinado a baja temperatura y un huevo poché. El resultado es una pizza untuosa y contundente, donde la intensidad del conjunto y la suavidad del huevo aportan sofisticación, aunque el toque de trufa podría sentirse algo más marcado. Para los amantes del queso, la nueva incorporación con 5 quesos es una auténtica delicia: con base de cacio e pepe, crema suave de gorgonzola, mozzarella, provolone y virutas de parmesano. También encontramos otras más clásicas como la de Burrata y jamón ibérico, la Campesina, La Pepperoni o la Carbonara.
La mejor forma de concluir la experiencia es con sus postres. De nuevo se abre un abanico de opciones dulces, desde el Tiramisú casero o Panna cotta chocolate hasta su amplia variedad de helados, aunque en esta ocasión apostamos por la última novedad: la Tarta de queso con chocolate de Dubái. Delicada y deliciosa, combina la suavidad del queso con el intenso chocolate de Dubái, cuya fama se ha consolidado gracias a la armonía entre su textura láctea, notas de pistacho y tahini y el contraste crujiente del kataifi. La carta de vinos incorpora clásicos españoles y referencias internacionales con tintos de Ribera del Duero y Rioja bien estructurados y blancos y rosados frescos como el Verdejo Ramón Bilbao o el Lambrusco Diamante Rosato. Se echa en falta más opciones por copas, pero durante nuestra visita un Ribera del Duero y un Verdejo acompañaron con discreta elegancia los platos elegidos.

(Imagen: Oven)
En definitiva, Ôven Fuencarral confirma un espacio donde la tradición italiana se reinventa con creatividad y precisión. Cada plato refleja cuidado técnico y equilibrio de sabores, texturas y presentaciones. El entorno amplio y luminoso, acompañado de música en vivo, convierte la cena en una experiencia envolvente. La impresión perdura y cada visita invita a redescubrir los detalles que hacen única la propuesta.

