Las jornadas “Realidades confinadas” han analizado las consecuencias de la crisis sanitaria para las mujeres maltratadas

El ADDA ha reunido a más de medio centenar de expertos y profesionales que tras sus exposiciones invitan a debatir, reflexionar y aportar propuestas para mejorar los servicios, los recursos y la intervención con las víctimas, siendo esta la gran conclusión de las jornadas “Realidades confinadas”, en las cuales se han analizado las consecuencias producidas para las mujeres maltratadas durante el confinamiento sufrido a causa del COVID-19.

El XVIII Congreso de la Violencia contra la Mujer de Diputación de Alicante, el cual se pudo seguir también de forma telemática, dio voz a destacados ponentes quienes son conocedores lo que supone esta lacra para la sociedad y de los efectos que acarrean en el ámbito familiar y social, sin perder de vista que en lo que llevamos de año han muerto asesinadas 37 mujeres y 5 menores a manos de su pareja o ex pareja para sumar un triste histórico de 1.118 víctimas mortales por Violencia de Género desde el 1 de enero de 2003 hasta el día de hoy.

El papel de los medios de comunicación, a debate

Fue Beatriz Uriarte Arreba, abogada penalista en el despacho de Madrid Ospina Abogados, quien como reconocida experta en violencia de género y delitos sexuales, abría como ponente en la jornada del sábado.

A la dcha, Beatriz Uriarte Arreba (Foto: ADDA)

Uriarte expuso pormenorizadamente la importancia que adquieren los medios de comunicación en nuestra sociedad, donde “buena parte de la población elabora sus juicios y opiniones sin realizar un análisis profundo de sus contenidos”, destacando por ello el necesario rigor, “ya que sería fácil manipularnos o engañarnos sobre información relativa a hechos que solo conocemos someramente”.

Tras un repaso por la historia legislativa de la violencia de género y los medios de comunicación, profundizó en la discriminación negativa hacia las mujeres y la invisibilidad de la mujer en este sector, donde “en España las mujeres suponen el 26% de las personas de las que se informa en prensa, radio y televisión” expuso la abogada penalista en una intervención que ha acarreado posteriormente un amplio debate y análisis en redes sociales.

Regreso a las jornadas presenciales

La retomada presencialidad en esta 18º edición del Congreso sobre la Violencia contra la Mujer, ya que la pasada edición se realizó de forma virtual, contaba también con las palabras de la diputada de Servicios Sociales, Igualdad y Juventud, Mari Carmen Jover, quien era la encargada de abrir las jornadas explicando que «el confinamiento al que nos vimos sometidos por la pandemia mundial afectó a millones de personas pero, de manera muy especial, a millones de mujeres y menores en todo el mundo a las que dejó encerradas con sus agresores», un aspecto por el cual quiso destacar el papel de los ayuntamientos, como institución de proximidad, y reivindicar el papel de estos como canal idóneo para encauzar las ayudas y ofrecer apoyo directo a las víctimas.

«El ADDA ha reunido a más de medio centenar de expertos y profesionales» (Foto: ADDA)

Un plantel de lujo en unas necesarias jornadas

A las destacadas intervenciones de Mari Carmen Jover y Beatriz Uriarte se han sumado otras de gran calado como son la magistrada de Primera Instancia e Instrucción en Valencia, Lara Esteve, quien recordaba que “se denuncia entre un 8 y un 33 por ciento de los casos”. También se pudo contar con la participación de la presidenta de la Asociación STOP Violencia de género digital, Encarni Iglesias, la capitán de la Guardia Civil, Mª José Garrido, y la técnica en Márketing Digital de la Fundación Aprender a Mirar, Anna Plans, quienes protagonizaron una amena mesa redonda sobre la ciberviolencia de género.

Enlazando con la temática, y para cerrarlas participaciones, el magistrado del Tribunal Supremo, Vicente Magro, ofreció en la jornada de clausura una conferencia en torno a la delincuencia sexual online, un problema creciente sobre el que la Guardia Civil alerta por su alta peligrosidad y difícil detección por parte del entorno de la víctima.