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«La igualdad real está por llegar a los despachos de abogados»

Economist & Jurist celebró el pasado 8 de marzo la jornada virtual ‘La mujer ante los grandes retos del presente’

Amparo Moraleda (izquierda); Victoria Ortega (centro); y Lucía Méndez (derecha); tres de las ponentes en la jornada en E&J (Diseño: E&J)

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«La igualdad real está por llegar a los despachos de abogados»

Economist & Jurist celebró el pasado 8 de marzo la jornada virtual ‘La mujer ante los grandes retos del presente’

Amparo Moraleda (izquierda); Victoria Ortega (centro); y Lucía Méndez (derecha); tres de las ponentes en la jornada en E&J (Diseño: E&J)



Economist & Jurist se ha unido a la celebración del Día Internacional de la Mujer con el desarrollo de una jornada virtual en la que, bajo el nombre La mujer ante los grandes retos del presente, mujeres representantes del mundo del periodismo, la empresa y el Derecho han aportado su punto de vista sobre los retos a los que se enfrentan las mujeres en el ámbito laboral en general y del derecho en particular.



La jornada, que ha sido presentada por Sara Santos, CEO de Venize Comunicación, ha constado de dos partes. En la primera, Amparo Moraleda, ejecutiva e ingeniera española y Lucía Méndez, redactora jefe de Opinión y columnista del diario El Mundo, han disertado sobre los logros obtenidos por las mujeres y los retos aún pendientes en cuanto a la igualdad.

La segunda parte, que ha sido presentada por Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, ha contado con la participación de Rosa Vidal, socia directora de Broseta; Pilar Menor, global co chair de Laboral en DLA Piper; Rosa Zarza, socia directora del Departamento de Laboral de Garrigues y socia responsable de Garrigues Sostenible; Rosa Espín, co-CEO de Ambar Partners y Marlén Estévez, socia de Roca Junyent Abogados y presidenta de Women in a Legal World (WLW).



Igualdad real

En la primera cuestión desarrollada, los logros obtenidos y los restos pendientes en cuanto a la igualdad real entre hombres y mujeres, Amparo Moraleda ha afirmado que “creo que se han conseguido logros muy importantes, sobre todo en el mundo que más conozco, que es el mundo de la empresa”. No obstante, señala que lo más importante para que se pueda dar de facto una progresión de la mujer en el mundo profesional “es que exista una igualdad de oportunidades real”. “Yo creo en los programas de diversidad, creo en todos los procesos para el desarrollo y la detección del talento pero, aunque todo eso es importante, lo más importante es que realmente en las empresas se practique una política de igualdad de oportunidades”, ha subrayado Moraleda.



Esta igualdad de oportunidades se basa, en opinión de la ejecutiva, en que “lo que más se valore sea el talento por encima de cualquier otro aspecto relacionado con las redes de contactos dentro de la empresa”.

Amparo Moraleda. Foto: Maerks)

Moraleda afirma que la mujer ha avanzado “muy significativamente en los últimos años” en el mundo de la empresa, aunque recuerda que “esos procesos y esos avances se han realizado muy de la mano de la regulación”, por lo que defiende que “los directivos asuman, interioricen, que la diversidad es una fuente de ventaja competitiva y de creación de valor en las empresas”.

En su intervención ha hecho referencia a la vieja creencia de que las empresas que tienen más mujeres en la dirección funcionan mejor. “Yo creo que, por lo general, es una buena afirmación y suele cumplirse esa esa esa norma”, afirma, aunque aclara que esto es así por el hecho de que haya más mujeres en la dirección, sino porque “cuando hay más mujeres en la alta dirección es porque esas empresas realmente practican la igualdad de oportunidades y premian el talento por encima de cualquier otra consideración”.

Lucía Méndez, por su parte, ha puesto un ejemplo muy gráfico para exponer los avances de la mujer en el mundo laboral: “Explicar la diferencia que hay entre mi hija y yo ayuda a explicar exactamente cuáles son los avances impresionantes que se han producido en este en este en estos 30 o 40 años en relación con la posición que la mujer ocupa el mercado laboral”.

La principal discriminación

La periodista ha recordado sus inicios en la profesión, en un momento en que en las redacciones no había muchas mujeres y que “para sobrevivir en ese mundo, yo casi casi tuve que convertirme en un hombre” para ser más respetada. A este respecto, ha reconocido que “me da mucha envidia las mujeres que ahora se incorporan y que tienen la suerte de vivir en un mundo más igual”.

Lucía Méndez. (Foto: El Mundo)

A pesar de los avances, Lucía Méndez ha querido llamar la atención sobre el hecho de que hay un aspecto que no ha cambiado y que es una rémora para las profesionales. “Creo que la principal discriminación que ahora pende sobre todas las mujeres jóvenes es la imposibilidad de tener hijos y de seguir desarrollando su trabajo. No es posible, de verdad, no es posible que en este momento una mujer joven que quiera una familia tenga miedo de quedarse embarazada”, ha denunciado. En este sentido, asegura que mientras que los departamentos de Recursos Humanos no se conciencien del problema, “la igualdad estará pendiente y tendremos que seguir denunciándolo”.

Las mujeres en el mundo del Derecho

La segunda parte de la jornada ha estado dedicada a las mujeres en el mundo del Derecho y la misma ha sido presentada por Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española. En su introducción, Ortega ha señalado que, de acuerdo con las cifras del informe La abogacía en cifras, “la abogacía ha avanzado muy deprisa a cifras propias de la paridad. Diré más, ya entre las compañeras y compañeros más jóvenes es bastante superior el número de mujeres”. Esto, a su juicio, es significativo dado que, como ha destacado, no es una profesión en la que sea fácil conciliar.

No obstante, esta paridad se produce “en la base”, ya que cambia si se ve una supuesta pirámide en la que estén incorporados los cargos de representación. Ortega a explicado que, de los 83 decanatos de la abogacía, solo 12 están presididos por mujeres. A este respecto, ha hecho alusión a un estudio de carácter internacional en el que se concluye que la mujer tiene menores posibilidades que un hombre de ser llamada a una entrevista de trabajo para ocupar puestos de dirección. “No voy a ser yo la que diga que los despachos a la hora de hacer una selección hagan de menos al talento de la mitad de la profesión, pero sí es verdad que, según nos indican los estudios, hay un cierto sesgo”, ha afirmado la presidenta del CGA.

Victoria Ortega. (Foto: CGA)

Victoria Ortega señala que un elemento importante para el avance de las mujeres es el concepto de corresponsabilidad entre hombres y mujeres y en un cambio de cultura. En este sentido, ha puesto como ejemplo la creencia de que “el hombre es dentro de la familia el mejor remunerado, que los ingresos de la mujer, en principio, son un complemento, lo que lleva consigo lógicamente que se pueda prescindir del de ellas antes”. Además, ha destacado la cuestión de la regulación legal. Así, ha valorado la existencia de una Ley de Igualdad que, sin embargo, “carece de un tono imperativo como suelen tener las leyes”.

Ortega ha dado paso a la exposición sobre el proceso de transformación en el sector jurídico. Ha roto el hielo Pilar Menor, para quien, después de dos años en los que los esfuerzos de la mayoría de las empresas y despachos se han centrado en hacer frente a los efectos de la pandemia, “creo que ahora es muy buen momento para pararnos a reflexionar”. A su juicio, “ver cuáles son los nuevos retos en este escenario postcovid, donde debería haber un importante avance en igualdad y creo que las abogadas deberíamos tener un gran protagonismo en esta cuestión”.

Menor ha puesto sobre la mesa dos cuestiones importantes. La primera, la situación de las mujeres en los despachos internacionales. Según ha explicado, “el problema de los despachos de abogados internacionales está enquistado, al igual que en España”. Esto significa que “hay una escasa presencia de mujeres en puestos de responsabilidad. Las abogadas estamos bien representadas en todos los niveles de los despachos y los estudios de derecho, pero el porcentaje de socias es reducido comparado con el de los socios y, por supuesto, también esto se da en alta dirección de los despachos.

Pilar Menor. Foto: Iberian Lawyer)

El segundo elemento destacado por la co chair de Laboral en DLA Piper es qué medidas están tomando los despachos internacionales para hacer frente a esta desproporción. Según la abogada, “muchos despachos nacionales ya empiezan a anunciar sus objetivos de igualdad”. Por ejemplo, “en mi despacho nos hemos comprometido a que en el año 2025 contaremos con un 30% de socias, y en el 2030 el 40%. También queremos que el 50% de los candidatos en el proceso anual de promoción a socio vengan de colectivos infrarrepresentados dentro de la sociedad futura y esto cubre otros ángulos de la diversidad”.

Pilar Menor entiende que, “una vez fijada la dirección del viaje y donde queremos llegar, lo difícil es conseguirlo”, por lo que defiende que “hay que dar oportunidades a las abogadas para liderar la relación con los clientes, los pleitos, las operaciones”, ya que “esto es lo que va a permitir visibilizarlas y salir de la segunda línea”.

A la hora de hablar sobre qué habría que hacer para que las mujeres tengan una mayor presencia en los puestos de responsabilidad de los despachos, Rosa Vidal ha iniciado su intervención preguntándose “cuáles son las estrategias y programas que queremos realmente los despachos”. A su juicio, la primera de las estrategias es dar visibilidad, “que haya modelos que ya estén ocupando esas posiciones y que desde el despacho se vean como formas de actuar absolutamente normales”.

Rosa Vidal opina que es muy difícil estar en las posiciones más altas de los despachos “porque nos movemos en unos entornos absolutamente exigentes en los que rige la meritocracia y la exigencia al máximo”. A este respecto, y “sin dejar de reconocer que esto es una tarea de hombres y mujeres y que la dificultad de llegar a los altos puestos la tienen tanto los hombres como la tienen las mujeres”, Vidal, que afirma que nunca ha creído en las cuotas, está a favor de las cuotas porque “han hecho mucho en este país”. “Llevamos más de 10 años trabajando en este tema y si vemos el cambio que ha habido en los números en los últimos 10 o 15 años, es muy importante y ahí están las cuotas y esa necesidad de que exista”, explica.

La socia directora de Broseta ha destacado que en su despacho cuentan desde hace tiempo con un Comité de Diversidad e Inclusión y que fueron de los primeros despachos que se abrieron a tener un Plan de Igualdad. También están desarrollando planes de carrera individualizados en los que la conciliación personal y profesional es muy importante. Este plan de carrera “no solo es un plan. Tienen que existir los protocolos y tienen que existir las normas, pero luego tiene que haber una cultura de aplicación de sus planes de carrera a cada caso”.

Rosa Vidal. (Foto: Broseta)

Proceso de transformación

Rosa Zarza ha destacado el proceso de transformación al que se enfrentan los despachos, que se estaría viendo acelerado por la tecnología. Esto hace que “la abogacía, más que una ciencia, se está transformando en un arte entendido como un compendio de cualidades intelectuales y creativas, pero también emocionales y relacionales, procesos de concentración de las actividades de mayor valor”. En este contexto de transformación de los de los despachos, “la captación y la fidelización del talento joven y dentro del talento joven, el talento joven femenino es uno de los mayores desafíos a los que realmente nos tenemos que enfrentar los despachos de abogados y las asesorías jurídicas de las empresas”.

En este contexto de transformación, la socia directora del Departamento Laboral de Garrigues ha explicado que “los jóvenes juristas tienen unas inquietudes y unas aspiraciones muy diferentes a las que mostraban los jóvenes hasta hace solo una década”, ya que “solamente un 33% de los jóvenes que terminan la carrera saben a qué se van a dedicar y de éstos, la mitad dicen que quieren dedicarse al ejercicio de la abogacía”.

Frente a las generaciones que ocupan ahora puestos en despachos de abogados, para quienes “llegar a socio como como una de nuestras principales prioridades a la hora de elegir dónde queremos trabajar”. Ahora, “el objetivo de llegar a socio ya no está entre sus principales prioridades”. Ahora es la conciliación lo que importa a los abogados jóvenes, “entre sus prioridades está el tener una mayor calidad de vida, una visión mucho más a corto plazo de lo que va a ser su carrera profesional y la tecnología es un elemento clave”.

Rosa Zarza. (Foto: Garrigues)

Zarza se ha mostrado “tremendamente optimista” porque cree que realmente “esta generación es la que va a conseguir de verdad que se elimine todas las brechas de género que hoy mismo existen”. Tras repasar las diferentes normas para mejorar la situación de las mujeres, “lo que faltaba para conseguir la auténtica igualdad era de aspecto social y, sinceramente, creo que con esta generación de jóvenes se va a conseguir porque las aspiraciones de los jóvenes y de las jóvenes juristas, por primera vez, van a coincidir”.

El NewLaw

El final de la jornada se ha centrado en el NewLaw, la innovación en el sector legal. Marlen Estévez ha aclarado que innovación no es igual la tecnología. “Obviamente, la tecnología es un pilar muy importante, pero es mucho más que eso, es ser capaces de poner sobre la mesa soluciones a necesidades no resueltas. Eso es, desde mi punto de vista, innovar”.

Estévez ha explicado que Roca Junyent Abogados cuenta con una Comisión de Innovación con la que tratan de identificar cuáles son esas necesidades no resueltas tanto en el despacho como entre sus clientes. En el primer caso, las soluciones están en “trabajar en equipo de forma transversal, generando equipos multidisciplinares, pero también intergeneracionales. Viendo cómo podemos ir aprendiendo en ese sentido los unos de los otros”. En lo que se refiere a los clientes, “escuchando mucho a nuestros clientes y viendo cómo quieren las cosas”.

Marlen Estévez. (Foto: Roca Junyent Abogados)

Según esta abogada, “si somos capaces de involucrar en esta innovación a toda la firma, y cuando hablo de toda la firma es a toda la firma, habremos logrado el objetivo, porque esto tiene que ser como algo contagioso”.

La última abogada en intervenir, Rosa Espín, ha optado por iniciar su intervención explicando qué es el NewLaw, un concepto que se define como “cualquier modelo, proceso o herramienta que presenta un enfoque diferente a la manera tradicional de prestar servicios jurídicos”. Este enfoque, muy amplio y en el que caben muchas cosas, ha sido expuesto por Rosa Espín en tres grupos.

Primero serían los managers services, que “son las compañías que prestan servicios de alto volumen, pero con poco valor añadido. Muchas veces están deslocalizados y tienen procesos y tecnologías muy eficientes”. El segundo bloque sería Legal Tech. “Hay muchísimas aplicaciones relacionadas con el mundo de tecnología que estarían englobadas en este segundo grupo”. El tercer grupo es el de las firmas de servicios legales flexibles. “Este este grupo es nuevo en España, pero surgió hace muchísimo en el año 2000 en Estados Unidos con Action, nuestro partner, que fue el pionero en este tipo de firmas y que fue la primera firma que revoluciona el mercado”.

Rosa Espín. (Foto: Iberianlawyer)

Estructura horizontal

Espín explica que “Acción lo que hace es crear una estructura completamente diferente, una estructura horizontal, o cuadrangular, como les gusta a ellos decir”. En esta estructura “otro tipo de profesionales están al mismo nivel que los abogados, es decir, Tecnología, Talento, Creatividad. Cada uno tiene un sitio en el cuadrado igual de importante realmente que el de los abogados”.

La co CEO de Ambar Partners estima que este método de trabajo está muy ligado a la cuestión de la diversidad. “El problema de la mujer en el sector legal, con las firmas de servicios legales, no se encuentra en un primer estadio de tu carrera, cuando eres junior, sino es estados superiores”. Este tipo de estructuras son más flexibles y se amoldan mejor, a juicio de Rosa Espín, que cree que “responde un poco a esa creciente inquietud de los jóvenes y no tan jóvenes, de tener estilos de vida diferentes o de mujeres y hombres de compatibilizar la vida con la familia o con lo que sea, y son estructuras que, por tanto, son ya desde su nacimiento muchísimo más diversas” por no ser rígidas.

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