Un vocal del CGPJ recurre ante el Tribunal Supremo la designación del presidente interino

El vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Wenceslao Olea ha recurrido ante el Tribunal Supremo el nombramiento de Rafael Mozo como presidente interino del órgano de gobierno de los jueces. El magistrado ha pedido que se aplique como medida cautelarísima la suspensión del acuerdo aprobado por la Junta de Gobierno del CGPJ el pasado día 13.

Esta decisión viene a cumplir los peores temores dentro del CGPJ y supone la judicialización del proceso de sustitución del anterior presidente del Consejo y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes. El acuerdo votado por el pleno del Consejo supuso que se creara una bicefalia entre el CGPJ, que pasa a ser presidido por Rafael Mozo, y el Supremo, cuyo presidente en funciones es Francisco Marín Castán.

El asunto ha recaído sobre la Sección Sexta, una sección especial dentro de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo que tiene como cometido resolver los recursos contra las decisiones del Pleno y la Comisión Permanente del CGPJ. Está integrada por los presidentes de las otras cinco secciones y el de la propia Sala de lo Contencioso-Administrativo.

Segundo recurso

Según las fuentes consultadas por Europa Press, el secretario del CGPJ, José Luis de Benito, ha formulado otro recurso que vendría a reforzar la iniciativa de Olea, ya que no está claro que un vocal pueda impugnar un acuerdo de su propio Pleno. Sin embargo, en el alto tribunal aún no hay constancia de este segundo escrito. Las citadas fuentes indican a esta agencia de noticias que el recurso de Olea ya se encuentra en el Supremo y está en estudio sin que aún haya decisión alguna. El primer paso será abrir una pieza separada para pronunciarse sobre esas medidas cautelarísimas de suspensión, que se deben resolver en las próximas 48 horas.

Wenceslao Olea. (Foto: Hoy)

El conflicto, que se venía cocinando desde hace semanas, se ha desatado después de que Lesmes anunciara su decisión de dimitir como presidente del CGPJ y del Supremo al constatar la falta de avances en las negociaciones entre el PSOE y el PP para desbloquear la renovación del órgano de gobierno de los jueces, que lleva cuatro años en funciones.

Posiblemente para, entre otras cuestiones, evitar lo que está ocurriendo ahora, encargó al Gabinete Técnico del Supremo un informe. El Gabinete Técnico dictaminó que Francisco Marín Castán, en su calidad de vicepresidente del Supremo, aunque fuera en funciones, era quien tenía que reemplazar a Lesmes en los dos cargos y de manera automática llegado el caso.

Esto fue rechazado por el CGPJ, cuyos vocales defendían que eran ellos los que tenían que seleccionar al sucesor del Lesmes al frente del Consejo. Así las cosas, acordaron que Mozo, su vocal de mayor edad, fuera «presidente suplente» del CGPJ. El Pleno esgrimió que Marín Castán carece de legitimidad para asumir ambas presidencias porque ocupa la Vicepresidencia del Supremo de forma interina desde 2019. Por las mismas razones, los vocales concedieron que Mozo tampoco podrá actuar como máxima autoridad del Supremo.

Rafael Mozo. (Foto: OK Diario)

Solo un voto en contra

El acuerdo del Pleno, que salió adelante con 16 votos a favor de los 18 posibles, solo contó con el voto en contra de Olea, que además emitió un voto particular. Por su parte, la vocal Mar Cabrejas se ausentó específicamente de esa votación por no estar de acuerdo con la designación de Mozo.

Según argumentó Olea en su voto particular, desdoblar las presidencias del CGPJ y del TS es ilegal porque la Constitución y la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) imponen que quien esté al frente del Supremo tiene que estarlo también del Consejo. «Se está vulnerando nada más y nada menos que la Constitución«, avisó Olea, que además de vocal del actual CGPJ es magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo.

Otro de los argumentos utilizados por el magistrado Olea es que Mozo «no reúne ninguna» de las condiciones legales para erigirse como presidente, esto es, ser miembro de la carrera judicial con la categoría de magistrado del TS y reunir los requisitos exigidos para ser presidente de Sala del mismo, o ser un jurista de reconocida competencia con más de 25 años de antigüedad en el ejercicio de su profesión.