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Las 24 condenas a Prisión Permanente Revisable: un análisis jurídico

La pena de prisión permanente revisable sólo es de aplicación en casos muy concretos. En nuestro país existen 24 condenados a esta pena.

"El Chicle", uno de los condenados a Prisión Permanente Revisable (Foto: Heraldo de Aragón)

María Fernández Abanades

Redactora de E&J




Tiempo de lectura: 11 min



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Las 24 condenas a Prisión Permanente Revisable: un análisis jurídico

La pena de prisión permanente revisable sólo es de aplicación en casos muy concretos. En nuestro país existen 24 condenados a esta pena.

"El Chicle", uno de los condenados a Prisión Permanente Revisable (Foto: Heraldo de Aragón)



Ana Julia Quezada, autora del asesinato de Gabriel Cruz, o José Enrique Abuín, alias “El Chicle”, culpable de la muerte de la joven Diana Quer, son algunos de los condenados a prisión permanente revisable, la pena más severa que existe en el ordenamiento jurídico español. Solo se aplica en casos especialmente graves. A continuación, los analizamos todos

La prisión permanente revisable fue aprobada en el Congreso de los Diputados en marzo del 2015, como parte de la Ley de Seguridad Ciudadana, con el único apoyo del Partido Popular. Desde su inclusión en el Código Penal (CP) ha sido objeto de polémica. Diversos sectores políticos y doctrinales consideran que atenta contra el principio constitucional que establece que las penas han de orientarse a la reinserción de los presos. Este mismo miércoles el Tribunal Constitucional (TC) se ha pronunciado a favor de la prisión permanente revisable, desestimando con ello el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PSOE y la oposición en 2015. Con ello, España se sitúa en la línea de la mayoría de países europeos de su entorno, que también aplican condenas similares. La única excepción es Portugal, donde la pena máxima privativa de libertad que prevé su ordenamiento es de 25 años.



La prisión permanente revisable asegura una estancia mínima del criminal en prisión de 25 años. Transcurrido ese tiempo, un tribunal habrá de revisar bianualmente la condena del preso y estimar si, en función de sus circunstancias, debe seguir encarcelado o puede reinsertarse en la sociedad. Se trata, por tanto, de una pena que permite mantener a una persona privada de su libertad de por vida si sigue manifestando tendencias criminales.

La mayoría de los condenados a prisión permanente revisable lo son por haber cometido asesinatos hiperagravados. El artículo 140.1 del Código Penal (CP) establece una serie de circunstancias que han de existir en un delito de asesinato para que pueda ser calificado como “hiperagravado”. Estaremos ante esta figura cuando se cause la muerte de un menor de 16 años concurriendo además otra forma de alevosía, ensañamiento o cualquier otro agravante. El legislador también establece prisión permanente revisable para los casos en los que el asesinato se comete con el fin de ocultar una agresión sexual y para aquellos en los que el autor del crimen pertenece a una organización criminal. ¿Quiénes son los condenados por este tipo de crimen? A continuación, los enumeramos:



La pena de prisión permanente revisable sólo es de aplicación en casos muy concretos. En nuestro país existen 24 condenados a esta pena.



David Oubel, el parricida de Moaña

El 31 de julio de 2017, una sentencia de la Audiencia de Pontevedra convirtió a David Oubel en el primer condenado a prisión permanente en nuestro país.

El sujeto acabó con la vida de sus dos hijas, Amaia y Candela, de 4 y 9 años, tras suministrarles previamente fármacos para adormecerlas. En esta situación de inconsciencia les infirió cortes en el cuello con una radial eléctrica para posteriormente apuñalarlas hasta causarles la muerte por desangramiento.

David Oubel, siendo arrestado (Foto: Mónica Patxot)

El hecho de que las víctimas fueran dos niñas de corta edad determina la existencia de alevosía. Esta agravante se da cuando el autor emplea medios o formas para minorar la resistencia del ofendido a la actividad delictiva, y asegurarse así el resultado. Sin embargo, hay ocasiones en las que esta menor capacidad de defensa es inherente a la víctima, como sucede con los niños o las personas ancianas. En estos casos siempre se aprecia alevosía.

Sin embargo, no siempre que se provoque la muerte de un niño estaremos ante un asesinato hiperagravado. En este caso, además de la natural indefensión de las víctimas, concurrieron otras formas de alevosía: el padre las drogó para lograr un bajo nivel de conciencia y evitar así cualquier resistencia. Además, bloqueó las puertas de la vivienda y puso música alta para eludir cualquier posibilidad de ayuda o huida.

Sergio Díaz Gutiérrez, alias, “El carnicero de Icod”

Sergio Díaz Gutiérrez fue condenado en marzo de 2018 por la Audiencia Provincial de Tenerife, tras asesinar al abuelo de su entonces pareja sentimental, que era un conocido carnicero en el municipio tinerfeño de Icod de los Vinos.

El crimen se produjo el 12 de enero de 2016 en el domicilio de la víctima, que tenía 67 años y estaba afectado por un ictus. El hombre recibió 37 puñaladas con tres cuchillos y numerosos golpes con una estatuilla que le desfiguraron la cara.

Sergio Díaz Gutiérrez (Foto: Marca)

En este caso, al igual que en el anterior, también concurre alevosía por desvalimiento; ahora no por la edad de la víctima, sino por su enfermedad, que le impedía defenderse y pedir auxilio. Además, el tribunal apreció la existencia de ensañamiento, circunstancia que se produce cuando el autor aumenta de forma inhumana el padecimiento de la víctima.

El cuerpo fue descubierto por un hermano de la exnovia de Sergio, que relató al jurado que vio gran cantidad de sangre al entrar en la casa y a su abuelo muerto con el rostro desfigurado y «con los ojos fuera de sus cuencas».

Daniel Montaño, el hombre que arrojó al bebé de su pareja por el balcón

La madrugada del 25 de enero de 2016, David Montaño, un profesor de música sevillano, arrojó a la hija de 17 meses de su pareja por el balcón de su vivienda, tras una fuerte discusión con la mujer.

Se trata de un caso de violencia vicaria: provocar la muerte de los hijos para causar un padecimiento psicológico a las madres.

Marcos Mirás, el parricida de Oza

El Día de la Madre del año 2017, Javier Mirás condujo a su hijo de 11 años a una zona boscosa donde golpeó con una pala en la cabeza hasta provocar su muerte. Los hechos tuvieron lugar en la localidad de Oza, A Coruña. La suya fue la primera sentencia de prisión permanente ratificada por el Tribunal Supremo (TS).

Manuel Mirás, acusado de matar a su hijo golpeándolo con una pala metálica en mayo de 2017 en un bosque de Oza-Cesuras, en la Audiencia Provincial esta mañana de La Coruña (Foto: Atlántico)

Patrick Nogueira, el asesino de Pioz

Fueron cuatro los asesinados por Patrick Nogueira: su tío, su tía y sus dos primos de corta edad. Se consideró probada la existencia de alevosía y ensañamiento en todas las muertes, ya que autor se sirvió del clima de confianza existente entre él y las víctimas para efectuar el ataque de forma inesperada.

Durante el litigio, la defensa del acusado trató de demostrar que el joven padecía una anomalía cerebral que le llevaba a actuar de forma impulsiva y violenta. Con ello intentaba conseguir que el juez aplicara una atenuante al caso. No obstante, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla- La Mancha no lo consideró así, condenándole a prisión permanente revisable.

Patrick Nogueira en el momento de su arresto (Foto: Diario de Noticias)

Francisco Salvador, un asesinato cometido con el fin de ocultar una agresión sexual

El Tribunal Superior de Justicia de Almería condenó a Francisco Salvador a prisión permanente revisable por asesinato con ensañamiento y alevosía en julio de 2020.

El sujeto asaltó a su ex pareja en su vivienda, la violó a punta de cuchillo y después la profirió un corte mortal en el cuello.  Antes de matarla le cortó la lengua para evitar que pudiera pedir auxilio.

Enrique Romay, violación y asesinato

El caso de Enrique Romay es similar al anterior: asaltó a una mujer desconocida en una calle poco transitada del municipio de Pilas, Sevilla. La agredió sexualmente y, aunque según los informes forenses no llegó a consumar la violación, la asesinó a puñaladas para evitar que contara lo sucedido.

Su sentencia condenatoria fue ratificada por el Tribunal Supremo en el año 2020.

Pablo Catalán, el primer condenado a prisión permanente revisable en Cataluña

En 2019, Pablo Catalán se convirtió en el primer condenado a prisión permanente revisable en Cataluña por un asesinato con alevosía para ocultar una violación, efectuado en el año 2015.

El hombre y la víctima se encontraban celebrando una fiesta junto con otros amigos. Según especifica la sentencia, se trataba de un grupo que solía reunirse de forma frecuente para practicar sexo colectivo y consumir alcohol y drogas, consumo que también había tenido lugar el día del crimen, de forma voluntaria.

Las sustancias ingeridas por la víctima la llevaron a perder la consciencia, tras lo cual Catalán procedió a violarla para después estrangularla.

Roberto Hernández, el crimen contra la niña Sara

Roberto Hernández fue condenado a prisión permanente revisable por violar y asesinar a Sara, una menor de cuatro años, hija de su pareja sentimental, Davinia Muñoz, en el año 2017.

Los hechos se produjeron el 2 de agosto de 2017 en el piso de Cardenal Torquemada, del barrio vallisoletano de La Rondilla. Veintidós días antes, un pediatra del Hospital Campo Grande había activado el protocolo de malos tratos después de que la madre llevara a la menor al hospital porque “tenía los labios muy hinchados”. Fue al quitarle la ropa para examinarla cuando el facultativo apreció que el cuerpo de la pequeña presentaba numerosos hematomas.

Roberto Hernández había estado maltratando a Sara desde que entró en la vida de Davinia, un mes y medio antes del fatal desenlace.

Davinia toleraba y encubría la situación. Fue condenada a 10 años de prisión por el asesinato, en la modalidad de comisión por omisión. Esta forma delictual es muy peculiar, ya que en ella se comete el delito pese a no haber desempeñado ninguna acción. De hecho, es precisamente ese “no actuar” el que determina la condena. La madre tenía el deber legal de haber impedido los malos tratos hacia su hija, porque su condición de progenitora le atribuye una especial obligación de cuidado.

Ana Julia Quezada, el caso Gabriel Cruz

Ana Julia Quezada fue la primera mujer condenada a prisión permanente revisable. El Tribunal Supremo ratificó en diciembre de 2020 la sentencia decretada por la Audiencia de Almería el 30 de septiembre de 2019, en la que se la declaró culpable por el asesinato de Gabriel Cruz, de ocho años e hijo de su entonces pareja sentimental.

Quezada se sirvió de la confianza que el menor tenía en ella para conducirlo a una zona campestre poco transitada, donde, de forma sorpresiva, le golpeó con una herramienta en la cabeza para provocarle la muerte. Posteriormente ocultó el cadáver. Los investigadores del caso apuntan a que la mujer actuó movida por los celos que le producía ver la atención que su pareja y padre del niño le dedicaba a este.

El crimen fue mediático y causó una gran conmoción en la sociedad española. La búsqueda del pequeño se prolongó durante 12 días, participando Quezada muy intensamente en las labores de averiguación para disipar las sospechas hacia su persona.

La sentencia alude expresamente a la voluntad expresa de la asesina de aumentar el padecimiento psicológico de los padres de Gabriel, llevando a cabo «actos de pública farsa y falsas esperanzas».

José Enrique Abuín Gey, alias ‘El Chicle’, el “caso Diana Quer”

José Enrique Abuín Gey, alias ‘El Chicle’, fue condenado el 17 de diciembre de 2019 por asesinar a Diana Quer, de 18 años, en Pueblo de Caramiñal, A Coruña, en agosto de 2016.

Con ánimo libidinoso, José Enrique Abuín secuestró a la joven Diana Quer mientras retornaba a su casa tras una noche de fiesta. La maniató, la introdujo en el maletero de su coche y la condujo a una nave apartada del núcleo urbano. Allí la agredió sexualmente y después provocó su muerte por estrangulamiento.

Fue, al igual que el crimen anterior, un caso de extraordinaria repercusión mediática. El cadáver de la joven fue hallado 500 días después de su desaparición, en un pozo de agua dulce en el interior de la citada nave.

Ada de la torre, la parricida de Bilbao

Ada de la Torre asfixió a su hija de 9 años tras suministrarla un cóctel de medicamentos. La Audiencia Provincial de Vizcaya la condenó a prisión permanente revisable en 2019.

De la Torre se excusó en que un hombre se había adentrado en su domicilio y la había obligado a cometer el crimen, si bien los investigadores desmintieron esta versión, al no encontrar ninguna prueba de ello.

Gonzalo S.C., el hombre que mató a su tía discapacitada en Tenerife

Gonzalo S.C asesinó de una brutal paliza a su tía en el distrito tinerfeño de Ofra. La mujer, de 60 años y con discapacidad, llevaba un tiempo siendo maltratada a manos de su sobrino.

Se trata de un crimen en el concurren alevosía por la indefensión de la víctima y ensañamiento, ya que según los hechos probados la mujer tenía «incontables lesiones por todo el cuerpo» y sufrió finalmente «una muerte lenta y agónica».

Alejandra García Peregrino, la mujer que asfixió al hijo de acogida de su pareja con una camiseta

Alejandra García Peregrino acabó con la vida de Dominique, de 8 años, hijo de acogida de su pareja. Actuó de forma sorpresiva, atacando al menor por la espalda. El Supremo confirmó su condena el 16 de septiembre de 2021.

Rubén Mañó, violó y asesinó a su amiga de 15 años

El 12 de febrero de 2021, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia condenó a la prisión permanente revisable a Rubén Mañó por violar y asesinar a la joven de 15 años, Vaness Ferrer.

Aprovechó la confianza existente entre ambos para animar a la víctima a acudir a su domicilio. Una vez allí la propuso mantener relaciones sexuales. Ante la negativa de la joven, procedió a violarla y a agredirla hasta provocar su muerte.

Iván Pardo Peña, el asesino de la pequeña Naiara

Ivan Pardo maltrataba continuadamente a su sobrina de ocho años en la localidad de Sabiñánigo (Huesca). Las torturas y lesiones a las que la pequeña era sometida acabaron por causarle la muerte. Fue condenado el 7 de octubre de 2020 por la Audiencia Provincial de Huesca.

Ana María Baños, asfixió a su hijo de siete años en Almería

En abril de 2021, la Audiencia Provincial de Almería condenó a la pena máxima del Código Penal a Ana María Baños por asfixiar a su hijo de siete años en Huércal de Almería.

Silvia Acebal, mató a su hijo recién nacido

Fue la primera mujer condenada en Asturias. El Tribunal la sentenció el 27 de mayo de 2021 por matar a su hijo recién nacido en Gijón.

De acuerdo con la sentencia del tribunal, la acusada asestó 53 puñaladas al bebé, para después arrojar su cuerpo a un contenedor de basura. Había ocultado el embarazo a todas las personas de su entorno y decidió dar a luz en su domicilio y en soledad para así poder ejecutar el crimen.

Juan Francisco López Ortiz, asesino de la pequeña Laia

Juan Francisco López Ortiz agredió sexualmente y asesinó a Laia, una niña de 13 años, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Interceptó a la menor cuando esta bajaba por las escaleras desde casa de sus abuelos y la forzó a entrar en su domicilio, donde perpetró el crimen.

Joel M.M e Irene T.T, asesinaron a golpes a una bebé

Un día antes de que el Constitucional desestimara el recurso contra la prisión permanente revisable, el Supremo informó de la ratificación de la última condena de este tipo: se trata de una pareja que asesinó a golpes a una bebé de cinco meses en el municipio tinerfeño de La Matanza.

Otra modalidad de asesinatos penados con prisión permanente revisable son los asesinatos múltiples. Las siguientes personas están condenadas por este motivo:

Norbert Feher, ‘Ígor el Ruso’

Fue condenado por el triple asesinato del ganadero José Luis Iranzo y los dos guardias civiles Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero, en Teruel en septiembre de 2017.

Juan Carlos Jiménez Jiménez y Emilio Jiménez Jiménez

Juan Carlos Jiménez Jiménez y Emilio Jiménez Jiménezpadre e hijo, fueron condenados a esta pena, las primeras en Navarra, por el asesinato a tiros de un hombre y sus dos hijos en Cáseda.

El móvil del crimen fue una pelea entre familias, de etnia gitana, a causa de una ruptura matrimonial.

Francisco Javier Martínez, autor de un triple asesinato

Asesinó a sus padres y a su hermano en Alicante. La Audiencia Provincial ratificó la pena el 1 de junio de 2021, declarada previamente por el jurado popular.

El regicidio, genocidio y los crímenes de lesa humanidad también son motivo de condena a prisión permanente revisable, pero en la actualidad no hay ningún reo en nuestro país con los citados cargos.

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