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Menos mujeres que hombres recuperarán el empleo durante la etapa post COVID-19, según la OIT

Pedro Tuset del Pino

Magistrado-juez de lo Social de Barcelona




Tiempo de lectura: 5 min

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Menos mujeres que hombres recuperarán el empleo durante la etapa post COVID-19, según la OIT



Según informó el pasado 19 de julio de 2021 la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el futuro próximo, las desigualdades entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo agudizadas por la pandemia de COVID-19 persistirán.

Conforme un nuevo análisis, en comparación con el año 2019, en 2021 habrá 13 millones menos de mujeres empleadas, mientras que el empleo de los hombres habrá recuperado los niveles de 2019. Aunque el crecimiento del empleo femenino previsto para 2021 supera al de los hombres, no alcanzará para devolver a las mujeres a los niveles de empleo anteriores a la pandemia.



A nivel mundial, en 2021 sólo el 43,2 por ciento de las mujeres en edad de trabajar estarán empleadas, frente al 68,6 por ciento de los hombres en edad de trabajar.



“En 2021 sólo el 43,2 por ciento de las mujeres en edad de trabajar estarán empleadas”

Según la reseña de la OIT, “Avanzar en la reconstrucción con más equidad”: Los derechos de las mujeres al trabajo y en el trabajo, en el centro de la recuperación de la COVID-19, las mujeres han sufrido una pérdida de empleo e ingresos desproporcionada, debido a su excesiva presencia en los sectores más afectados, como los servicios de alojamiento y servicio de comidas y el sector manufacturero.

«Las mujeres han sufrido una pérdida de empleo e ingresos desproporcionada». (Foto: La Tercera)



A nivel mundial, entre 2019 y 2020, el empleo de las mujeres se redujo en un 4,2 por ciento, el equivalente a una caída de 54 millones de puestos de trabajo, mientras que el empleo de los hombres se redujo en un 3 por ciento, o 60 millones de puestos de trabajo.

No todas las regiones se han visto afectadas de la misma manera. La región de las Américas experimentó la mayor pérdida de empleo femenino a consecuencia de la pandemia (-9,4 por ciento). El segundo mayor descenso en el número de mujeres empleadas se observó en los Estados Árabes. Entre 2019 y 2020, el empleo femenino se contrajo un 4,1 por ciento, y el de los hombres un 1,8 por ciento.

En Asia y el Pacífico, la crisis de la pandemia provocó una disminución del empleo femenino del 3,8 por ciento, frente a una disminución del 2,9 por ciento en el caso del empleo de los hombres. En Europa y Asia Central, la crisis de la COVID-19 ha reducido el empleo de las mujeres considerablemente más que el de los hombres, provocando una disminución del 2,5 por ciento y del 1,9 por ciento, respectivamente.

En África, el empleo de los hombres experimentó el menor descenso de todas las regiones geográficas, con solo un 0,1 por ciento de caída entre 2019 y 2020, mientras que el empleo femenino disminuyó un 1,9 por ciento.

Durante la pandemia, el desempeño de las mujeres en materia de empleo fue considerablemente mejor en los países que adoptaron medidas para evitar que perdieran el empleo y pudieran reincorporarse al trabajo lo antes posible.

“Situar la igualdad de género como esencia del esfuerzo de recuperación”

En Colombia y Chile, por ejemplo, se aplicaron subsidios salariales a las nuevas contrataciones, con tasas de subsidio superiores para la contratación de mujeres. Colombia y Senegal, entre otros, crearon o reforzaron la asistencia a las mujeres empresarias. En muchos casos, como en México o en Kenya, se establecieron cupos a fin de que las mujeres se beneficiaran de los programas de empleo público.

El informe subraya que “construir un futuro más justo” significa situar la igualdad de género como esencia del esfuerzo de recuperación y poner en marcha estrategias que tengan en cuenta el género. Estas incluyen:

  • Invertir en la economía del cuidado porque los sectores de la salud, la asistencia social y la educación son importantes generadores de empleo, especialmente para las mujeres, y también porque las políticas de permisos para el cuidado y las fórmulas de trabajo flexible pueden fomentar una división más uniforme del trabajo en el hogar entre mujeres y hombres.
  • Trabajar por el acceso universal a una protección social integral, adecuada y sostenible para todos, con el fin de reducir la brecha de género actual en la cobertura de la protección social.
  • Promover la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor.
  • Erradicar la violencia y el acoso del mundo del trabajo. La violencia doméstica y la violencia y el acoso por razón de género relacionados con el trabajo han empeorado con la pandemia, y han socavado aún más la capacidad de las mujeres para participar en el empleo remunerado.
  • Promover una mayor participación de las mujeres en los órganos de decisión, el diálogo social y las instituciones de los interlocutores sociales.

Por lo que se refiere a España, el Boletín Económico núm. 2/2021 del Banco de España da cuenta de que, en el primer trimestre del año, la Encuesta de Población Activa mostró un descenso interanual del empleo del 2,4% (–3,1% a finales de 2020). No obstante, hay que tener en cuenta que esta comparación interanual se realiza frente a un trimestre, el primero de 2020, que ya estuvo afectado por la pandemia. Se registraron 760.100 personas ocupadas menos que a finales de 2019 (–3,8%).

“La violencia y el acoso por razón de género relacionados con el trabajo han empeorado con la pandemia”

En términos del número total de horas efectivas trabajadas, se observa un descenso interanual del 3,5% en el primer trimestre, frente al –6,1% de finales de 2020. En términos trimestrales, el descenso de las horas trabajadas en este trimestre (–1,6%) contrasta con el aumento observado en este período en el promedio de los años 2016-2019 (1,4%). Por su parte, la brecha respecto al total de horas trabajadas a finales de 2019 se amplió hasta el 7,6% (6,1% a finales de 2020).

«De las 3.614.339 en paro, 1.491.729 eran hombre y 2.122.610 mujeres». (Foto: Economist & Jurist)

Por ramas de actividad, la mejora del empleo en términos interanuales fue más intensa en la agricultura y en las ramas de servicios de no mercado, mientras que, en los servicios de mercado, especialmente en las ramas más dependientes del contacto social, el empleo se mantuvo muy alejado de los niveles observados antes de la pandemia. La población activa frenó el proceso de progresiva recuperación observado en los dos trimestres anteriores y mostró un descenso trimestral de algo más de 200.000 personas. Esta caída mitigó la subida del desempleo, que aumentó un 10,3% respecto a principios de 2020, tras el 16,5% del trimestre anterior. La tasa de paro se situó en el 16% (16,1% a finales de 2020), 1,6 % por encima del nivel de un año antes.

Por otra parte, según datos del SEPE, la evolución del paro entre enero y junio de 2020 y 2021 observa una ligera mejora en lo que se refiere al porcentaje de variación anual:

                                        2020                                           2021

Enero                               0,97%                                        21,64%

Febrero                            -1,31%                                       23,5%

Marzo                              9,01%                                        11,31%

Abril                                 21,10%                                      2,67%

Mayo                               25,27%                                      -1,98%

Junio                                28,09%                                      -6,43%

Paro registrado                 3.862.814                                  3.614.339

Por sexo, y con datos referidos al mes de junio de 2021, de las 3.614.339 en paro, 1.491.729 eran hombre y 2.122.610 mujeres.

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