Cuando las manifestaciones hechas por un trabajador guardan relación con sus intereses laborales, no entrañan una ofensa grave para la empresa ni son vejatorias para sus trabajadores, aun cuando pudieran ser consideradas improcedentes o irrespetuosas. Por lo que no cabe calificar las mismas como injurias, ya que el trabajador que vierte esos comentarios está ejercitando […]