¿Alguien pensaba que no iban a llegar nunca?
¿Alguien pensaba que no iban a llegar nunca?
(Imagen: E&J)
Año 2006: aprobadas la Ley 34/2006 de Acceso y el Real Decreto 1331/2006 (relación laboral especial).
Con respecto a la primera se me ocurre un planteamiento previo y ello, al margen de si la ley es buena o no lo es, cuestión en la que no me atrevo ni a asomarme (de momento). Dicha ley pretende potenciar al máximo la formación jurídica de Abogados y Procuradores, faltaba más, no hay profesional del Derecho que se precie que no esté sometido a un constante reciclaje y actualización continua. Ahora bien, cuando la necesidad de –estar debidamente formado– tiene que imponerse legalmente, lo cierto es que parece que algo falla en el sistema educativo. O nos encontramos ante un sistema de acotación de candidatos porque somos muchos, o resulta que no aprendemos todo lo que debiéramos en la etapa de formación por excelencia que es la propia Facultad,(o ambas cosas a la vez); en cualquier caso, con este texto legal nos equiparamos a la mayor parte de los países europeos, de manera que para ser Abogado o Procurador no basta con la Licenciatura sino que hay que obtener el título profesional al que se llega después de haber demostrado capacitación profesional superando la correspondiente formación especializada y la evaluación que establece la ley( o sea, más exámenes). El sistema no está mal pensado dadas las circunstancias, tanto más en cuanto dentro del periodo de formación se contempla una fase de prácticas externas que deberán constituir la mitad del contenido formativo de los cursos.
Es cierto que la calidad de la justicia está en conexión directa con la calidad de los Abogados, y es cierto también que esa calidad debiera ser exigible a todos los operadores jurídicos que intervienen en el proceso o en la resolución extrajudicial de los asuntos, pero no hemos de perder de vista una cosa: a ser buen Abogado (Juez, Secretario Judicial, o Procurador), solo se aprende de una forma, que es ejerciendo como tal. Eso sí, con una buena base teórica, todo será mucho más fácil. Sin duda.
En cuanto a la relación laboral especial, bienvenida sea en la confianza de que no se afectará la esencia de la profesión, seguramente no habrá cambios importantes, tan solo la concienciación de que ciertas situaciones no pueden aceptarse como normales cuando no lo son.¡Ah!¡Feliz año nuevo a todos!
callejos@difusionjuridica.es
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