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Antonio Garrigues Walker: «Lo que hay que hacer es pedir al estamento político un comportamiento menos sectario»

Antonio Garrigues Walker

Presidente de honor de Garrigues.




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Antonio Garrigues Walker: «Lo que hay que hacer es pedir al estamento político un comportamiento menos sectario»



Alguien generoso ofrece su ayuda sin que nadie lo espere. Lo hace, también, sin esperar nada a cambio. Hay momentos en los que la mejor ayuda es una buena reflexión, un diagnóstico certero. D. Antonio Garrigues Walker (Madrid, 1934), alguien generoso, ha compartido sus reflexiones en su reciente libro Sobrevivir para contarla: Una mirada personal a la pandemia y al mundo que nos deja. Ahora tenemos el privilegio de preguntarle sobre dichas reflexiones y dejar, por lo tanto, que nos ayude.

P.- ¿Qué le ha impulsado a escribir este libro?



La sugerencia de escribirlo me la formuló Roger Domingo de la Editorial Deusto (Planeta) y me ofreció la colaboración –que ha sido decisiva- de Antonio García Maldonado, aunque en la portada aludo a su colaboración la verdad es que es un libro conjunto.

P.- ¿Considera que ahora, más que nunca, necesitamos de actitudes y voces que llamen a la unión y a la calma?



Sí, es una época difícil y compleja que permite y provoca la aparición de nuevos problemas que no aceptan soluciones simples ni dogmáticas y reclaman acciones colectivas.

P.- Centrándonos en nuestro sector, ¿cómo ha afectado particularmente la pandemia a todos los operadores jurídicos?

Generando áreas de inseguridad jurídica y activando cláusulas como la “rebus sic stantibus”.

P.- Quizás analizar las fallas de nuestro actual modelo sea más sencillo que proponer soluciones. Sin exigírselas, pero teniendo en cuenta su auctoritas, ¿qué tres soluciones o medidas adoptaría si usted fuese mandatario?



No creo que sea necesario buscar nuevas soluciones. Tenemos ya las suficientes. Lo que hay que hacer es aplicarlas.

P.- Todos hemos observado durante el confinamiento cómo la ciudadanía aleccionaba continuamente a nuestros dirigentes, ejemplificando valores que parecen desconocidos para nuestra clase política. Esto, quizás nos lleve a colegir que quizás haga falta una reformulación de nuestro entramado institucional, de nuestra propia democracia. ¿Cree que es el momento de reformular nuestro sistema, de reformar la constitución y de sanear nuestras instituciones?

No. Lo que hay que hacer desde la sociedad civil es pedir al estamento político un comportamiento menos sectario y, -si ello no fuera una petición utópica- más decidido a convivir en desacuerdo y a llegar a acuerdos en temas especialmente sensibles como el de esta pandemia.

P.- El hartazgo de la ciudadanía ante sus dirigentes es evidente. Nuestro modelo parece adolecer de una profunda crisis de legitimidad. ¿Qué soluciones, desde el punto de vista jurídico, plantea? ¿considera óptimo introducir mecanismos fiscalizadores de la actividad política como el impeachment, dadas las pocas garantías que ofrece nuestra actual moción de censura?

El impeachment hunde sus raíces en el derecho anglosajón que tiene diferencias profundas con el europeo y responde a culturas distintas. Mejor sería vertebrar jurídicamente la moción de censura.

P.- Dadas las limitaciones a nuestras libertades, muchos juristas iniciaron un debate sobre si estábamos ante un estado de alarma o de excepción, siendo el primero la herramienta legal finalmente utilizada. ¿Qué posición tiene D. Antonio Garrigues Walker en este debate?

La situación de la pandemia justifica un estado de alarma al propio tiempo y una vigilancia de la sociedad y sus instituciones para que los distintos poderes no abusen de esta situación excepcional.

P.- De los actores principales que rodean al COVID-19, ¿a quién aprueba y a quién suspende D. Antonio Garrigues?

A los sanitarios y a quienes les ayudan y aplauden su labor.

P.- ¿A qué conclusiones ha llegado tras la maniobra del Gobierno para reformar el sistema de elección de los vocales del CGPJ?

Que el quorum reforzado tiene su sentido porque fuerza al diálogo y no debe reducirse por ley.

P.- ¿Ganamos más que perdemos con la nueva “Ley Celaá”?

Está por ver, pero los reglamentos suelen ser muy útiles para mejorar las leyes.

P.- ¿Contra qué actitud “vacunaría” a nuestros líderes políticos?

Contra los egos y las vanidades.

P.- Por último, queremos que comparta con toda la comunidad jurídica un deseo para este venidero 2021.

Más sinergia, más trabajo colectivo, y más defensa de nuestro mundo legal.

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