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El estudio morfológico del cuerpo humano como fundamento de la asesoría de imagen

Justo Grau Sartorial

Asesor en comunicación, imagen y protocolo




Tiempo de lectura: 4 min

Publicado




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El estudio morfológico del cuerpo humano como fundamento de la asesoría de imagen



¿Qué tipo de cuello de camisa es el más aconsejable en función de la altura y el diámetro de nuestro cuello? ¿Nos favorecen más los bolsillos de tapeta o los de plastrón? ¿Pantalón más o menos corto? Para responder a estas preguntas, realizamos estudios morfológicos para determinar las características que nos identifican a cada uno de nosotros. En este artículo, me centro en las diferentes morfologías del hombre.

Según la forma de nuestro cuerpo, que se identifica mediante el estudio morfológico correspondiente, debemos optar por un tipo de prendas u otras, con el fin de contribuir a la armonía de nuestro cuerpo, potenciando nuestros rasgos físicos más bellos y minimizando lo que en asesoría de imagen se conoce como inestetismo: aquellas características que se alejan de los cánones estéticos considerados ideales.



Conocer cuál es nuestra morfología es necesario para adaptar nuestra vestimenta y sacar de ella el mayor partido posible. El trapecio invertido es la morfología de referencia para los hombres, que está basada en la escultura David, de Miguel Ángel. ¿A qué hombre no le gustaría tener un cuerpo así?, pero lo cierto es que no todos tienen dicha constitución.



Ahora bien, aunque nuestra morfología sea cuadrada, ovalada, rectangular, de trapecio, de trapecio invertido o de triángulo invertido, podemos utilizar la forma de la ropa para acercar nuestra morfología al David de Miguel Ángel; esto forma parte del estudio morfológico.

Veamos un ejemplo sobre esto último. Imaginemos a un presidente de gobierno que tiene un torso estrecho, pero él, por la responsabilidad que tiene, no puede mostrar tal inestetismo, pues proyectaría una imagen débil, algo impensable en un jefe de gobierno de un país. Por este motivo debería utilizar trajes muy estructurados, con los hombros muy marcados, lo que transmite seguridad y estabilidad.



Modelos morfológicos:

Las infografías muestran los seis modelos morfológicos básicos y todos podemos encuadrarnos en alguno de ellos.

De trapecio invertido. Los hombros, la caja torácica y las extremidades superiores están proporcionadas. Las caderas son ligeramente más estrechas, las piernas también guardan proporción. Es la tipología ideal, cualquier prenda y complemento le sienta bien. Habitualmente gustan de utilizar prendas slim fit para lucir su cuerpo.

Cuadrada. Al llegar a cierta edad, muchos hombres pertenecen a esta tipología. La caja torácica se parece a un cuadrado, los hombros están caídos y las extremidades superiores e inferiores son delgadas. Es aconsejable que la holgura de las prendas sea un poco mayor a lo habitual.

Ovalada. Es una tipología de cuerpo con tendencia a la obesidad. Se caracteriza por sus dimensiones horizontales que prevalecen sobre las verticales. El consejo que les doy como asesor de imagen es que estructuren los hombros y den más esbeltez en el talle. Al igual que en la cuadrada, aconsejo que la holgura de la vestimenta sea un poco mayor a lo normal.

Rectangular. En esta tipología destaca la rectitud del tronco. El tórax y la cintura tienen prácticamente la misma anchura. Se trata de ampliar ópticamente los hombros para marcar la cintura. El objetivo es potenciar los hombros y suavizar la cadera para acercarse a la silueta ideal. Esto lo podemos conseguir aumentando un poco la estructura en los hombros de la chaqueta.

De trapecio. Se caracteriza por tener la zona superior del cuerpo más estrecha que la zona inferior. Por ello, les aconsejo que en la zona superior utilicen prendas que aporten volumen en horizontal. Para disimular la anchura de la zona inferior, los hombres que tengan esta morfología utilizarán pantalones rectos. Se debe potenciar la zona de los hombros y suavizar las caderas.

De triángulo invertido. Esta tipología se aproxima a la figura atlética de gran desarrollo óseo y muscular, con hombros amplios y tórax robusto. Las caderas y las piernas son mucho más esbeltas en comparación con la parte superior. El consejo que doy a quienes tienen esta morfología es suavizar los hombros y potenciar y dar un poco de volumen a las caderas. Al igual que el trapecio invertido, suelen utilizar prendas slim fit para lucir su cuerpo.

Más allá de lo anterior, hay personas cuya constitución no encaja al cien por cien en las tipologías analizadas. Además, toda una serie de inestetismos provocados por circunstancias muy diversas (malformaciones, accidentes…), están presentes en todas las morfologías. Por ello, realizamos estudios morfológicos para que el cliente conozca la morfología a la que corresponde su cuerpo y sepa qué tipo de prendas son las más aconsejables para su constitución con vistas a maximizar el resultado deseado.

 

DESTACADO:

  • Según la forma de nuestro cuerpo debemos optar por un tipo de prendas u otras con el fin de contribuir a la armonía de nuestro cuerpo.
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