Miguel Durán promete reducir a la mitad las cuotas de los abogados del Turno de Oficio

Miguel Durán, candidato a decano en las elecciones que celebra el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), ha presentado el programa con el que concurre a los comicios bajo la plataforma Juntos por la Abogacía. En esta presentación ha estado acompañado por el número dos de su lista y candidato a vicedecano, Jesús Ángel Rojo. En este acto, ha defendido un ICAM que sea “una plataforma y operativa de servicios a los colegiados” ya que, de lo contrario, “es solo un receptor de cuotas”. Ha destacado que “si el ICAM quiere no correr el riesgo de convertirse en algo superfluo, tiene que estar en la cotidianidad de sus miembros”.

El abogado ha asegurado que el ICAM “no puede permanecer de perfil ante la tramitación de leyes que son esenciales, tanto las netamente ideológicas como las que tienen una mayor vocación de permanencia en el tiempo”. Partiendo de esta base, entiende que el informe de la abogacía “debe ser preceptivo” en su tramitación. “Los abogados tienen que estar también considerados como elementos esenciales a la hora de elaborar leyes”, ha subrayado.

A la hora de desgranar las líneas generales de su programa y de las ideas que inspirarán su acción de gobierno en el caso de ganar las lecciones, el candidato ha sacado a colación un tema recurrente en la campaña: el trato que reciben los abogados por parte de algunos operadores de la Justicia. A este respecto, y tras recordar que “sin abogados la Justicia no es posible”, ha recordado que hay muchas veces en las que los abogados no son bien tratados.

En esta argumentación, ha dedicado un capítulo aparte a los abogados del Turno de Oficio, que “reciben una retribución de miseria y además tarde”. Entiende la candidatura de Durán que el Turno de Oficio es un servicio esencial para hacer posible la tutela judicial efectiva, por lo que incluye en su programa una amplia batería de propuestas, como la formación gratuita adaptada a sus necesidades, reducción del 50% de las cuotas de los abogados que estén en el Turno de Oficio, creación de la sección de defensor del Turno de Oficio o la reducción en los tiempos de cobro de los honorarios.

Presentación del programa de Miguel Durán. (Foto: Candidatura de M. Durán)

En el punto de mira de su candidatura está también incrementar la participación de los colegiados en las elecciones. Este campo ha servido para que lanzara uno de los varios reproches que ha destinado a la actual Junta de Gobierno, de la que dice que no ha hecho nada para potenciar la participación e los comicios. Ha asegurado que, si es decano, en las elecciones de 2027 la vía telemática está “garantizada” porque “hay medios tecnológicos suficientes”. Además, defiende que se “ensanche” el periodo de votación.

Sobre la cuestión de las elecciones ha señalado que “el voto es personal, libre, directo y secreto”. Por eso “este cambalache del voto por correo tiene que ser desterrado”. En este sentido, ha presentado un escrito ante la Comisión Electoral del ICAM para que “se prohíba, de forma expresa, que las sedes de las candidaturas o las de cualquiera de los candidatos puedan ser el domicilio donde remitir, posteriormente, previa la solicitud electrónica del voto por correo, la documentación para cumplimentar el voto por correo”.

Entre las medidas incluidas en su programa se cuenta la creación de una oficina para ayudar y orientar a los colegiados en sus inicios en materia de interpretación de la jurisprudencia, la reducción del 50% de las cuotas de los abogados en los tres primeros años y la creación de una bolsa de empleo.

Sobre los abogados no ejercientes, promete reducirles las cuotas, y un plan de formación continua. Además, y en el campo de la conciliación, plantea una reforma legal completa que detalle los supuestos en los que un juzgado o tribunal debe atender las peticiones de conciliación del profesional de la abogacía.

El programa incluye un amplio número de medidas para mejorar la formación del ICAM. Propone que los cursos se inicien en horarios compatibles con la vida profesional y familiar, la colaboración con el ámbito universitario o fomentar la participación de los colegiados en el catálogo formativo.