La formación para cada momento

Aprovechando que estamos en nuestro periodo vacacional y que al menos para mí, cada inicio de curso es una nueva hoja en blanco, comparto algo que me parece apasionante e ilusionante: el camino de la formación.

El camino de la formación es siempre diferente, uno va eligiendo los senderos o los desvíos, pero siempre recorrerlo es emocionante. Hasta terminar nuestra licenciatura o grado mi mirada era diferente, siempre he disfrutado de leer y aprender, pero lo generalista de los estudios de grado con frecuencia impiden que se saboree despacio y en profundidad una materia. Más tarde viene el máster, con el que empiezas a disfrutar realmente, y a darte cuenta de lo poco que sabes. Y el camino no acaba ahí, muy al contrario, ahí uno empieza el apasionante mundo de la formación. Con una vasta extensión que no tiene fin. Y uno va escogiendo como si de objetos de deseo se tratara, porque es así, sabemos lo que vamos a explorar, conocemos un poco de esta o aquella cuestión, pero queremos sumergimos en el ancho mar y sentir que dominamos las olas, para lo que el estudio y la práctica son las claves del éxito.

Así es como cada septiembre empiezo un nuevo folio de mi libro y escojo la formación que me ilusiona.

A pesar de haberme dedicado a la formación y gestión universitaria, no he dejado de formarme ni durante mis años de decana de facultad.

(Foto: E&J)

He disfrutado con la formación en urbanismo y Derecho Inmobiliario, los estudios en protección de datos, la responsabilidad civil, etc., he sido afortunada por lo que he aprendido durante el doctorado de la mano de mis directores de tesis, incluso reconozco que preparar mi oposición fue una estupenda elección. En los últimos años, he preferido formarme no tanto en un área del derecho concreta, sino en facetas diferentes, pero conexas, como la dirección financiera y la dirección de personas; ha sido una nueva etapa en mi camino de formación, con la que estoy descubriendo la complejidad de gestionar personas, la enorme sensibilidad que requiere y el reto que un directivo tiene por delante de liderar y guiar a un equipo, hacerle participe del proyecto y motivarle, o plantear y desarrollar una estrategia de cambio.

La formación nunca termina, cuando crees que la tienes dominada, surge una nueva corriente o una nueva línea jurisprudencial, que te lleva a poner todo lo que uno sabe patas arriba, y volver a reflexionar sobre lo andado.

La formación puede dejar una huella diferente según el momento de nuestra vida en el que la adquirimos, un mismo curso en dos momentos vitales diferentes, puede producir resultados distintos, pero lo importante es que no nos deje indiferentes, que nos haga pensar, que nos lleve a mejorar y si cabe que podamos aplicarla en nuestra profesión. Además de lo maravillosos que es saborear cada clase, volver al aula con compañeros ya profesionales que comparten experiencia y enriquecen sobremanera las clases.

Actualmente como diputada responsable de formación del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) he trabajado junto a un magnífico equipo para lograr un nuevo portfolio que se adapte a las necesidades y expectativas de cada abogado, gracias a su variedad de cursos a la carta, su elenco de formación muy muy especializada, sus cursos de experto, sus másteres, y más acciones que se irán desarrollando en los próximos meses. Es una aventura que asumo con gran ilusión, y espero no defraudar a nuestro colectivo, queremos ser un referente en la formación jurídica y de ciencias sociales.

Además, este curso el Centro de Estudios de ICAM nos lo pone más fácil y hemos logrado incrementar en más de un 20% los cursos gratuitos, así que estoy convencida de que alguno de los más 700 cursos se adaptará a cada uno de nosotros y a toda la abogacía.

Comenzad escogiendo y no dejemos nunca de disfrutar con la formación