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Estilo de Vida

Alejandro Dumas, hijo del ‘Diablo Negro’

Su padre, Thomas-Alexandre Davy de la Pailleterie, fue uno de los primeros militares negros en Europa que llegó a ser general

Thomas-Alexandre Dumas, 'El diablo negro'. (Foto: Wikipedia)

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Estilo de Vida

Alejandro Dumas, hijo del ‘Diablo Negro’

Su padre, Thomas-Alexandre Davy de la Pailleterie, fue uno de los primeros militares negros en Europa que llegó a ser general

Thomas-Alexandre Dumas, 'El diablo negro'. (Foto: Wikipedia)



Todo el mundo ha oído hablar de Los tres mosqueteros o de El Conde de Montecristo. Estos libros, que salieron de la mente maravillosa de Alejandro Dumas, cuentan historias de grandes aventuras. Lo que posiblemente sea más desconocido es que una de las fuentes de inspiración del autor francés fue su propio padre.

Nos referimos a Thomas-Alexandre Davy de la Pailleterie, nacido el 25 de marzo de 1762 en Saint-Domingue, la actual Haití. Fue uno de los primeros militares negros en Europa que ascendió al grado de general, con tan sólo 31 años, y llegó a comandar uno de los ejércitos napoleónicos compuesto por más de 53.000 soldados. Su gran estatura y su valentía como combatiente hacen que los austriacos le pongan el sobrenombre de El diablo negro. A pesar del éxito como militar, su vida no fue precisamente fácil, posiblemente porque parecía tener por costumbre decir lo que pensaba sin muchos filtros.



Thomas-Alexandre fue el hijo ilegítimo de un plantador de Saint-Domingue, el marqués Alexandre-Antoine Davy de la Pailleterie y de una de sus esclavas negras, Marie-Cesette Dumas.

En un momento en el que su padre necesitaba dinero para poder volver a Francia, fue vendido junto con el resto de sus hermanos, aunque terminó recomprándos y llevándoselos con él a la metrópoli en 1780. Para que Thomas-Alexandre pudiera entrar en Francia, su padre declaró al hijo mestizo como esclavo y posteriormente lo liberó.



Tras esta operación, la vida de Thomas-Alexandre trascurrió como la del hijo de cualquier noble de la época: buenos colegios, educación refinada y todas las comodidades. Sin embargo, en 1786 tuvo una fuerte disputa con su padre, que lo desheredó. Al objeto de labrarse un futuro, se alistó en el ejército. Entró como soldado raso, y cambió su nombre. Usó el apellido de su madre y empezó a ser conocido como Alexandre Dumas. Durante su estancia en el regimiento de dragones de la reina trabó mistad con otros militares que terminaron siendo algunos de los generales que hicieron la revolución.



El escritor Alejandro Dumas. (Foto: Biografías)

Sus dotes como militar y en el manejo de las armas le hicieron ascender de manera fulgurante, de tal modo que alcanzó rápidamente el grado de general y obtuvo el mando del ejército de los Alpes el 22 de diciembre de 1793. En este puesto logró grandes victorias militares.

En 1796 se incorporó al ejército de Italia comandado por Napoleón Bonaparte, pero un encontronazo con el jefe del Estado Mayor hace que su división sea disuelta. Una vez más, tras entrar en combate contra los austriacos, vuelve a mostrar su valentía. Mientras Bonaparte le rehabilita los austriacos le bautizan con el sobrenombre de El diablo negro.

Participó en la campaña napoleónica en Egipto y Siria en 1798. Allí se intensifica su relación con Napoleón, pero después de que criticara la marcha forzada de Alejandría a El Cairo, en la que murieron muchos soldados, es repatriado a Francia en marzo de 1799. En el viaje es hecho prisionero por los napolitanos cuando navegaba cerca de Taranto.

Permaneció en cautividad entre el 17 de marzo de 1799 y el 5 de abril de 1801. Durante ese tiempo sufrió torturas y malos tratos, por lo que cuando quedó libre su salud se había deteriorado mucho. Estaba cojo, medio ciego y sordo, además de con una úlcera de estómago que le acabaría provocando la muerte el 26 de febrero de 1806.

Su hijo, Alejandro Dumas, nació un 24 de julio de 1802 en Villers-Cotterests. Su nombre real era Dumas Davy de la Pailleterie, pero lo cambió por Alexandre Dumas, tomando el apellido de su abuela paterna, Marie-Césette Dumas. Ya de pequeño le contaban las historias de su padre, las cuales posteriormente sirvieron de inspiración para escribir El Conde de Montecristo.

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