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Estilo de Vida

El síndrome de la clase turista, un peligro en trayectos largos

Las consecuencias de la trombosis venosa profunda pueden llegar a ser graves

(Foto: E&J)

Tiempo de lectura: 3 min

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El síndrome de la clase turista, un peligro en trayectos largos

Las consecuencias de la trombosis venosa profunda pueden llegar a ser graves

(Foto: E&J)



Los viajes en avión largos pueden dejarnos molidos. Salvo que se ocupe plaza en primera clase o business, vamos encajonados en unos asientos en los que no podemos mover casi los brazos y mucho menos las piernas. Mantener esta postura durante horas no sólo es agotador, sino que puede provocar un problema de salud que, aunque no es habitual, sí llega a ser grave: el síndrome de la clase turista.

El síndrome de la clase turista o trombosis venosa profunda (TVP) sucede cuando se forma un coagulo sanguíneo en una vena profunda principalmente en la parte inferior de la pierna y el muslo, aunque puede presentarse en otras venas profundas como la del brazo y la pelvis. Cuando se desprende el coagulo se puede desplazar por el torrente sanguíneo y atascar los vasos sanguíneos del cerebro, pulmones, corazón u otra zona (llamado émbolo) produciendo daños graves.



Cualquier persona que permanezca durante mucho tiempo sentado, sin mover los miembros inferiores y que tenga factores de riesgo asociados, es susceptible de sufrir el síndrome de la clase turista, independientemente del transporte, aunque existe mayor probabilidad de que se produzca en avión debido a que concurren causas como la disminución de la presión barométrica, la deshidratación y el inmovilismo.

En principio, cualquier persona puede verse afectada por este síndrome, si bien hay una serie de grupos de riesgo que deben tener un especial cuidado. Se trata de personas con alteración congénita de la coagulación, enfermos de cáncer o con insuficiencia cardiaca; personas en edad avanzada, obesas, mujeres embarazadas, personas con varices, quienes estén sometidos a terapias hormonales o que tengan antecedentes de trombosis o traumatismo o cirugía reciente.



Se da la circunstancia de que los síntomas del síndrome de la clase turista pueden aparecer en cualquier momento. No tienen que manifestarse necesariamente durante el viaje o inmediatamente después. Pueden aflorar días más tarde.



El vieja en clase tutista en un avión puede ser muyy incómodo. (Foto: E&J)

Los principales síntomas son hinchazón de la pierna afectada (no es común que se hinchen las dos a la vez); dolor en la pierna (suele aparecer una especie de calambre en la pantorrilla); enrojecimiento o manchas en la piel.; sensación de calor o dificultad para caminar.

La trombosis venosa profunda puede presentarse sin síntomas perceptibles. Aun así, hay algunas señales que pueden revelar la presencia de una embolia pulmonar como dificultad repentina para respirar; dolor o molestia en el pecho; mareo o desmayo o pulso acelerado. En estos casos, es muy importante buscar atención médica de inmediato.

Hay una serie de medidas que cabe adoptar para prevenir la aparición de estos trombos:

  • En la medida de lo posible, es recomendable elegir los asientos más próximos al pasillo para poder moverse con menos dificultad y levantarse más fácilmente.
  • Hay que realizar paseos por los pasillos del avión, siempre que la situación lo permita.
  • Cuando se está sentado, evitar doblar demasiado las piernas, que se queden colgadas o cruzarlas. Igualmente se pueden hacer pequeños ejercicios como contraer los músculos de las piernas y relajarlos.
  • Si se realizan escalas, en lugar de volver a sentarse lo mejor es pasear y poner en marcha la circulación.
  • Es muy importante beber agua cada cierto tiempo para evitar la deshidratación.
  • Hay que reducir la ingesta de alcohol y el café, al igual que algunos fármacos que pueden favorecer la aparición de trombos.
  • No es recomendable vestir ropa ceñida que dificulta la circulación de la sangre.
  • Cuando se tiene antecedentes personales de mala circulación se deberá llevar medias de compresión hasta las rodillas para evitar la acumulación de líquido.
  • Si se tiene algo riesgo de sufrir trombos, lo mejor es consultar con el médico por si le tuviera que recetar algún medicamento para evitarlos.
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