Las cinco reglas para quitarse definitivamente el tabaco

Si está leyendo esto, seguramente ya sepa que hay centenares de razones para dejar de fumar. El tabaco causa más de 8 millones de muertes al año: incrementa de forma considerable las probabilidades de sufrir cáncer de boca y pulmón. También afecta al aspecto físico: amarillea los dientes y provoca un envejecimiento prematuro de la piel. Además, no solo es una amenaza para los fumadores, también compromete la salud de todos aquellos que aspiran el humo ajeno.

A los motivos de siempre se suman los aportados por los estudios más recientes, que han demostrado que los fumadores tienen más probabilidades que los no fumadores de presentar un cuadro grave de COVID-19.

Los beneficios de dejar el tabaco se manifiestan casi de forma inmediata. A los 20 minutos disminuye la frecuencia cardíaca. A las 12 horas, las concentraciones de monóxido de carbono en la sangre vuelven a la normalidad. Entre la segunda semana y los tres meses, la circulación y la función pulmonar mejoran.

Todas estas razones de peso son más que suficientes para encontrar la motivación necesaria para dejar el hábito. No obstante, cuando aparece el deseo de fumar, no siempre es fácil resistirse. Proponemos 5 consejos para quitarte definitivamente el tabaco.

1. Utilice una terapia de reemplazo de nicotina

La nicotina que contiene el tabaco hace que surja una dependencia física. Esto puede causar síntomas desagradables de abstinencia cuando se intenta dejar el hábito. Esta terapia proporciona la nicotina en forma de chicles o parches, sin los otros químicos dañinos del tabaco.

Es conveniente consultar al médico antes de iniciar un tratamiento de este tipo.

«Esta terapia proporciona la nicotina en forma de chicles o parches» (Foto: E&J)

2. Planifíquese

Fije una fecha concreta para dejar el tabaco y comuníquesela a amigos y familiares, así no podrá darse excusas a sí mismo cuando llegue el día. Tire todos sus cigarrillos: le resultará más fácil dejar el hábito si no su entorno no supone una tentación constante. Debe prescindir de todo lo que le recuerde al tabaco: ceniceros, mecheros… incluso resulta conveniente lavar la ropa para eliminar el olor del humo.

«Debe prescindir de todo lo que le recuerde al tabaco: ceniceros, mecheros…» (Foto: E&J)

3. Evite los desencadenantes

Existen momentos en los que el deseo de fumar es especialmente insistente (por ejemplo, después de las comidas, en las fiestas, en situaciones estresantes…). Cada persona debe pensar cuáles son las situaciones en las que suele recurrir al tabaco y trazar un plan para superarlas sin fumar: puede sustituir los cigarrillos por chicles, palillos, chupa- chups…

«Cada persona debe pensar cuáles son las situaciones en las que suele recurrir al tabaco» (Foto: E&J)

4. Realice actividad física

La actividad física puede ser útil para distraer la mente del deseo de fumar. Una sesión deportiva breve (como caminar por casa a paso rápido o subir y bajar un par de veces las escaleras) ayudará a calmar las ganas de encenderse un cigarrillo.

La clave está en dejar de pensar en ello, como sea. También sirve leer algo, hacer labores domésticas… ¡incluso hacer ganchillo! Lo que sea para mantenerse ocupado.

«La actividad física puede ser útil para distraer la mente del deseo de fumar» (Foto: E&J)

5. Piense en todos los beneficios que le reportará dejar el hábito

Los cambios importantes a veces comienzan con pasos en falso. Tener un desliz no implica haber fracasado: no desista por haber caído una vez en la tentación. Para reunir la fuerza de voluntad necesaria en momentos difíciles es útil recordar las razones por las que se quiere dejar de consumir tabaco: mejorará su salud y la de quienes le rodean, ahorrará dinero e incluso cambiará su aspecto físico.