El acoso laboral ya no necesita gritos ni despachos cerrados. Hoy puede ejecutarlo un sistema que nunca parpadea, nunca olvida y nunca descansa. Algoritmos invisibles analizan datos, evalúan comportamientos y deciden ascensos o despidos sin escuchar razones ni entender contextos. El mobbing ha mutado: ahora es digital, invisible y mucho más difícil de combatir. Lo […]