Juan Calvente, counsel de Simmons & Simmons: «El papel de los jueces de lo social es clave para aclarar las dudas de la reforma laboral»

Las relaciones laborales han cambiado de forma sustancial en estas tres últimas décadas. La contratación temporal que se acaba de modificar en un nueva reforma laboral procedía de los años ochenta.

“En este escenario, el papel de los jueces de lo social está siendo clave para resolver cualquier vacío legal en la normativa laboral y algunos conceptos indeterminados de la última reforma laboral”. Son palabras de Juan Calvente, que ha iniciado un nuevo reto profesional en Simmons & Simmons tras veintiséis años en Clifford Chance donde creó la práctica laboral de ese bufete.

El problema que hay latente a nivel judicial tiene que ver con la carga notable de los juzgados de lo social, lo que está haciendo que se demoren muchos asuntos en via judicial su resolución.

Este profesional aceptó la oferta recibida por Eduardo Peñacoba, socio director de la firma y responsable de la práctica laboral, de entre otras propuestas que tuvo sobre su mesa: “Era más natural aceptar esta oferta con similitudes a Clifford Chance, en un entorno que sigue siendo internacional de asesoramiento estratégico a múltiples empresas”.

El ahora counsel de Simmons & Simmons ejerce también como mediador del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). Es miembro de la Asociación Europea de Abogados Laboralistas (European Employment Lawyers Association o EELA, por sus siglas en inglés) y es socio fundador del Foro Español de Laboralistas (Forelab).

Calvente, inspector de trabajo entre 1987 y 1996 y número uno de su promoción, es consciente el papel de este colectivo en este entorno laboral tan complicado donde “siempre hay empresas que se resisten al cambio o pueden existir dificultades de aplicación, ahí la inspección estará activa dentro de los medios que tiene que no son demasiados”.

«Calvente, inspector de trabajo entre 1987 y 1996 y número uno de su promoción» (Foto: Archivo)

Reforma laboral consensuada

Sobre la última reforma laboral destaca que se han modificado varios aspectos importantes: “Se quiso que fuera pactada a través de la negociación colectiva por los agentes sociales. Por lo tanto, cualquier reforma de la reforma o ajuste que se haga, debería pactarse. Eso añade cierta dificultad a cualquier modificación que se haga».

Entre etas modificaciones normativos hay que señalar los cambios en la nueva contratación laboral y en la figura de los contratos fijos discontinuos de la que Economist & Jurist se hacia eco recientemente en un reportaje.

Para este experto “hay muchos supuestos y tipos de empresas, las problemáticas son diferentes. Desde mi experiencia no veo tanto fraude. Hay muchas empresas que se han adaptado a este nuevo modelo de contratación. La conversión de temporales y fijos discontinuos es importante, aunque esta figura presenta sus matices y dudas”.

Nuestro interlocutor recuerda que “esta figura contractual hasta la fecha era residual para contratos por temporada, era importante en sectores como hostelería, turismo y temas puntuales. La generalización que se pretende hacer a otros sectores de la economía no es sencillo. Eso genera muchas dudas y problemas operativos que se irán resolviendo”.

Juan Calvente: «Cualquier reforma de la reforma o ajuste que se haga, debería pactarse (Foto: EFE)

Respecto a la supresión del contrato por obra y servicio reconoce que “es cierto que había un uso demasiado extendido de este tipo de contrato “al mismo tiempo los tribunales y el propio Tribunal Supremo ya habían corregido de forma sustancial esos posibles abusos, pero eliminarlo es una opción legislativa. Al final es posible que pueda generar rigideces y dificultades de gestión en las empresas”.

A su juicio, “hay que ver cómo va a funcionar la figura del contrato fijo discontinuo, así como se aplican las nuevas modalidades de contratación temporal. Todavía es pronto para hacer una valoración y ver su impacto en un contacto económico variado, en el que se alterne el crecimiento con la recesión a nivel cíclico”.

Protección al denunciante y entorno laboral

Este cambio normativo coincide temporalmente con la transposición de la Directiva Whistleblowing, de protección al denunciante en nuestro país: “Este es un tema que combina la práctica de Compliance con lo laboral. Dicho esto, hay que señalar que las grandes empresas ya tenían sus canales de denuncia operativos. Para estas empresas no es un gran cambio.”

Desde su punto de vista, “sin embargo, hay que darse cuenta que es un elemento clave en la gestión interna de las empresas. Va a hacer que las empresas sean más transparentes y se da voz al denunciante de situaciones irregulares. No creo que las empresas pierdan poder, aunque tendrán que gestionar esas reclamaciones internas que antes no tenían un cauce claro”.

Este experto recuerda que “ya en la legislación social existía la figura de la garantía de indemnidad, esto es, que alguien que presentase una denuncia ante la jurisdicción social o la inspección de trabajo estaba protegido de una posible sanción económica o disciplinaria, lo que generaba con posterioridad la nulidad de ese despido o esa medida disciplinaria”.

Ahora recuerda que “este tipo de reconocimiento se amplía a aquellos profesionales que se conviertan en denunciantes en su propia organización. No es algo novedoso, es una ampliación de lo que ya existía”.

Juan Calvente: “Ya en la legislación social existía la figura de la garantía de indemnidad» (Foto: E&J)

En este contexto de recesión que se avecina Juan Calvente es consciente del papel de los abogados expertos en derecho laboral “las perspectivas no son buenas, pese a que hay bastante incertidumbre. Con tanto cambio normativo que se avecina hace más necesario que las empresas busquen asesoramiento en los profesionales que conocemos estos mecanismos jurídicos”.

A este respecto este jurista advierte que “el problema añadido que hay es que esta legislación que viene no es muy clara y puede generar interpretaciones distintas, lo que va a hacer que en muchas ocasiones sean los tribunales los que maticen algunos de estos aspectos normativos que conocemos”.

En esta situación, el trabajo de estos profesionales de derecho laboral es una labor muy a medida, en función de las circunstancias de cada compañía “cada empresa tiene su particularidad y en un entorno tan complicado hay que ser más preciso en nuestro trabajo y evitar errores de cálculo”.

La reciente aprobación de la reforma concursal, con una normativa que entró en vigor el pasado 26 de septiembre ha impulsado como un elemento clave para la supervivencia del negocio la venta de las unidades de producción, donde se suele dirimir el futuro de muchos trabajadores.

“Ahora, las previsiones es que se activen los planes de reestructuración y con ellos dichas ventas de las unidades de producción se van a potenciar”, comenta.

Desde esta perspectiva, la problemática de equiparar las subidas salariales a la inflación actual es un reto para muchas empresas “este es un escenario novedoso. Llevábamos muchos años sin inflación. Tendríamos que remontarnos a los años ochenta pare ver algo así. Es un nuevo reto y ahí la negociación colectiva en el seno de las empresas no va ser sencilla”.

En su opinión, se debería “buscar un punto medio en este tipo de negociaciones será difícil de encontrar. Hay por delante varios meses de negociación colectiva complicada en este tipo de asuntos. El pacto de rentas siempre es complicado cuando se dispara la inflación, como pasa en estos momentos”.