Don Sancho: comer como en los años 80
Un restaurante discreto en Chamberí que conquista con cocina casera, atención familiar y el sabor inolvidable de unas patatas fritas perfectas

(Imagen: Don Sancho)
Don Sancho: comer como en los años 80
Un restaurante discreto en Chamberí que conquista con cocina casera, atención familiar y el sabor inolvidable de unas patatas fritas perfectas

(Imagen: Don Sancho)
Lo más emocionante de este restaurante es su respeto por su origen. La decoración recuerda a la de un restaurante sencillo de finales del siglo pasado: paredes con gotelé pintadas de rosa suave, a juego con el color de los manteles de las mesas. Las paredes están adornadas con cuadros de estilos diferentes, asíncronos.
Su propietario, don Miguel Otero, es un cocinero profesional con oficio y décadas de experiencia. Normalmente recibe y despide al cliente, y está apoyado en sala por dos amables camareras que suelen conocer a la fiel clientela y que, en su forma de actuar, recuerdan más al amable servicio doméstico de un hogar que a la fría asistencia profesional de la hostelería.
En nuestra opinión, son extraordinarias las berenjenas rebozadas, el escalope empanado, las lentejas guisadas, las sardinas en escabeche y un codillo de primera, acompañado de chucrut de col. Pero Don Sancho también destaca por algo tan sencillo y complicado a un tiempo como son las patatas fritas. Es difícil comer unas tan buenas en Madrid: siempre recién hechas, con un corte fino, acompañan cualquier creación en un plato individual. Solo por ellas ya vale la pena visitar este restaurante, que además tiene un precio medio por comensal que no suele rebasar los 35 euros.
La bodega es discreta y acorde con la estética del restaurante, y por ello mantiene las marcas emblemáticas de finales del siglo XX, especialmente en relación con las bodegas riojanas. Su ubicación en el burgués y cosmopolita barrio de Chamberí hace fácil su visita. Los clientes del restaurante lo constituyen profesionales liberales de la zona, jubilados acomodados y huéspedes de los numerosos hoteles cercanos, en busca de autenticidad madrileña.
