El guardia civil Bravo, sobre el caso Cuarteles: “Pillábamos pasta, se ha hecho así toda la vida”

El sargento primero del grupo de delitos económicos de la unidad orgánica de la policía judicial de la Guardia Civil en la Comandancia de Madrid, Sergio Bravo, reconoce, en los audios a los que ha tenido acceso Economist & Jurist, la posible existencia del entramado criminal dedicado a adjudicar obras en las instalaciones del instituto armado de forma fraudulenta, tal y como trata de corroborar la investigación en marcha sobre el denominado caso Cuarteles.

En el caso Cuarteles se investiga la adjudicación irregular de obras por un valor superior a los tres millones de euros. Por orden del teniente general Pedro Vázquez Jarava, se habrían adjudicado al empresario Ángel Ramón Tejera de León hasta 193 contratos en tres años, según los informes policiales desvelados por el periódico El Mundo, que también apuntó las sustanciosas dádivas en forma de viajes y estancias de hotel que habría recibido el alto cargo de la Guardia Civil por dichas adjudicaciones -con presupuestos sobredimensionados- que, además, en muchos casos, no se completaron o ni siquiera se empezaron a hacer, aunque sí fueron cobradas por el empresario. Otro alto cargo investigado, que será interrogado, es el teniente coronel Carlos Alonso.

Sergio Bravo formó parte del equipo de gestión económica y reconoce: “pillábamos pasta, se ha hecho así toda la vida”. En las conversaciones que se encuentran sobre la mesa del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, en el marco de una causa independiente, Bravo relata que pasó cuatro años en la dirección de gestión económica de la Guardia Civil, un lugar en el que, según él, “no trabajas ni haces nada”.

El sargento primero describe una situación, en el contexto del caso Cuarteles, en la que el chófer de uno de los altos cargos de la Guardia Civil estaría transportando dinero en metálico que un empresario de Las Rozas (Madrid) le habría entregado para compensar a sus jefes:

-Yo ya había visto que al general le habían sacudido y este era su conductor. Cuando veo al conductor, que es viejo, se jubila el año que viene, me dice «¿tú esto que crees que es?». Venía con un sobre. «Te digo lo que hay aquí, ¿vale? ¿tú que crees que hay?». «A ver José, aquí hay pasta. ¿De dónde vienes de trincar eso?» «Pues vengo de Las Rozas, que hay un empresario que no se qué y me ha dado el sobre y hay que pagar… Pues los generales…”.

Tiempo después se lo vuelve a encontrar y Bravo, según su propio relato, le pregunta:

–¿Te has escapado de la quema, socio?- a lo que el otro le contesta- ¿y tú?.

El sargento, que se define como un hombre “muy íntegro, soy muy gilipollas, me lo han dicho toda la vida”, le explica a su interlocutor: “El nuestro era el, para que te hagas una idea de como funciona esa gente, jefe de asuntos económicos de toda España. Un mamoneo que dices bueno, este tío paga todo, cualquier obra que haya en España de la Guardia Civil. En cualquier sitio él decide si se hace contigo o conmigo decide la empresa. Es un contratista más”.

Sergio Bravo habla sobre sobre Vázquez Jarava y sobre el vínculo con la política y afirma sobre «el que cae primero» que “este trincaba pasta; todo lo que te llegas a imaginar. Yo lo sabía, yo eso si lo sabía. No firmaba nada suyo, tenía otro jefe. Sabía que era malo. De hecho, me voy por eso”.

De ser ciertos los hechos relatados por el guardia civil, encajarían, al menos, en el artículo 408 del Código Penal, que castiga con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años a quienes, faltando a la obligación de su cargo, dejen intencionadamente de promover la persecución de los delitos de los que tenga noticia o de sus responsables.

La conversación de la que forman parte estos audios está siendo desvelada por Economist & Jurist y ha sido presentada ante el juez Pedraz, que instruye la causa. Esta es la segunda de las tres informaciones enmarcadas en la investigación de Economist & Jurist, que informó ayer sobre el testimonio en el que el sargento primero Sergio Bravo reconoce haberse inventado seguimientos e instalado balizas y realizado escuchas sin la preceptiva autorización judicial. Los abogados de distintas personas, investigadas por este equipo de la UOPJ de la Guardia Civil, entienden que las pruebas obtenidas con una presunta vulneración de derechos fundamentales deben ser consideradas nulas.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para determinar si las conversaciones de las que se extraen los audios que Economist & Jurist está publicando en los últimos dos días han ocurrido realmente, en qué contexto se han producido y llegado el caso, qué consecuencias se podrían derivar de las mismas.

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Si desea aportar alguna información adicional sobre este caso, puede escribir a investigacion@economistjurist.es