Delegar la responsabilidad de mejorar nuestras condiciones materiales y humanas a la clase política, además de disfuncional, constituye un ejercicio fatuo, harto ingenuo. Esta semana, la colosal maquinaria de medios de comunicación satélites a los intereses burocráticos del ejecutivo, daban eco de la noticia disruptiva en materia normativa durante la semana: no se permitirá el […]