La falta de rigor del ejecutante en la determinación de la deuda, el automatismo en la adveración de la cuantía por parte de lo notarios y la complacencia de los juzgados, deslizan, habitualmente, el proceso ejecutivo sumario hacia la más clamorosa injusticia. Contrariamente a lo que piensan muchos ejecutantes -bancos, fondos buitre, financieras-, el procedimiento […]