Miré al Juez, su cara un poema. Tuve que contenerme para no echarme a reír a carcajadas. Por escrito se le había advertido, la incoherencia de los padres venía siendo total Al Juzgado hay que ir querido de casa, y, además, como un pirata, armado hasta los dientes. Allí, las caras agradables, las palabras educadas […]